Hermoso.
Simplemente Hermoso.
No había nadie más hermoso que Sunghoon.
No había nada más hermoso que contemplar a Sunghoon dormir.
Y es que tal vez Heeseung se había metido a su habitación, había jalado la silla de la esquina y se dispuso a observarlo mientras se encontraba en su fase de sueño profundo.
El alfa estaba inseguro e indeciso de lo que tenía que decirle a Sunghoon pero ahora ya no, no cuando divisó al omega abrazando su abrigo con tanto fervor mientras dormía.
Todo era tranquilidad y plenitud hasta que se escuchó el timbre de la casa resonar.
Ya no estaban los guardias de la entrada pues la persona por la que trabajan claramente había fallecido.
Suspiró derrotado, del uno al diez, ¿Cuántas ganas tenía de quitar la vista de Sunghoon? Menos un millón.
La insistencia de la persona que se le había ocurrido arruinar su momento no se iba pero lo que sí se iba era su tolerancia, iba a matar al bastardo que había osado irrumpir su sagrado momento.
Bajo para abrir la puerta y solo por las dudas tomó un revólver totalmente cargado de la mesa.
—H-hola Heeseung. Buenas tardes.
El nombrado parpadeó perplejo.
—Karina, hola—dejó el arma en la mesa nuevamente y abrió la puerta completamente accediéndole el paso a la omega.
—¿Hay algo que se te ofrezca?
—Sólo vine por mis cosas.
—¿Te vas?
La omega asintió mirando hacia todos lados como si estuviera buscando algo —Siento mucho lo de tu padre Hee, me hubiera gustado acompañarte al funeral pero tuve unos asuntos que atender.
—No te preocupes por eso de verdad, yo entiendo.
—Todo fue tan abrupto — soltó —Últimamente ha pasado de todo.
—Sí ya sabes, tiene que haber una muerte, un nacimiento y una unión en una familia, es el triángulo de la divina providencia, pasa todo el tiempo.
—Es lo que dicen— Karina respondió pensando en el peso de esas palabras.
Todo se volvió incómodo. Siempre que hablaba con Karina las cosas eran así, nunca tuvieron una conversación más allá de lo superficial y eso de cierta manera no molestaba a Heeseung pero sí lo dejaba con una sensación de vacío.
—Sé lo que hiciste —habían subido al segundo piso. Karina habló mientras guardaba sus pertenencias que se encontraban en la habitación del alfa.
Heeseung dio una calada a su cigarrillo sin inmutarse, suponía que Jake había ido a contarle a todo su círculo su situación pero a este punto le daba exactamente igual.
—¿Y luego?
Karina lo miró molesta al notar su desinterés pero no iba a ponerse a pelear por eso.
—¿Dónde está?
—¿Quién?
—El omega que te hizo sentir en días lo que yo no logré en años —dijo intentando imitar su tono con el que habló cuando dijo eso- Sunghoon.
Heeseung se incorporó rápidamente de su asiento encarando a Karina, casi saltaba sobre ella a la defensiva de no ser porque su parte humana aún predominaba sobre él.
—Está dormido, ni si quiera pienses en ir a molestarlo — advirtió severo señalándola con el cigarrillo soltando humo entre sus dedos.
Karina soltó una risa burlona — ¿De verdad crees que le haría daño? Por favor, sólo pregunté por pura curiosidad, pensé que me lo encontraría una vez llegara aquí pero ahora sé que está durmiendo.
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crucifícame [heehoon]
FanfictionHeeseung nunca se va a perdonar lo que le hizo a Sunghoon. ✧ Omegaverse. ✧ Hee | alfa. ✧ Hoon | omega. ✧ Angst. --☆ ¡Contenido delicado, favor de leer con discreción!