The Prophecy

Definitivamente no me gusta la actividad física

X

H O P E

Me quedé congelada cuando ví las Gorgonas siguiendo al bus. Era exactamente lo de mi sueño.

— ¿Cuánto creen que tarden en darse cuenta que no estamos ahí? —preguntó Charlie—

— Lo suficiente si comenzamos a correr ahora —asumí—.

Esperé que James dijera algo, que criticara mi idea por ser impulsiva. Él probablemente tenía una idea mejor, sé que tiene muchos planes de emergencia que en realidad son muy útiles y estaba dispuesta a seguir.

Pero él también asintió. Lo cual no supe si me tranquilizó o preocupó, ¿sería alguno de los planes de emergencia o tampoco sabía que hacer y por eso encontró mi idea correcta?

No lo cuestioné, los tres comenzamos a correr en dirección al bosque.
Nos detuvimos sólo después de haber corrido al menos media hora.

Solté un jadeo, recargándome en un árbol. —¿Creen que nos siguieron?

James ladeó su cabeza. — Es muy probable, pero tenemos unos minutos de ventaja.

— Que bueno, porque si sigo corriendo ahora mismo me desmayaré —me agaché para tomar mi botella de agua—.

Charlie y James también se sentaron, recuperando el aire.

Me fijé que James estaba evitando mirarme, ¿seguía molesto conmigo?

Quizás me sobrepasé con el comentario de su mamá, pero es que me molestó el que me gritara.

Aunque debí esperar eso, para él era muy importante, tal vez yo no habría recibido la profecía si no me hubiera distraído.

— ¿Y cuál es el plan? —le pregunté—

— ¿Me preguntas a mí?

Asentí. — ¿Por qué no lo haría? Tú eres el que tiene un buen plan para todo —me levanté de brazos—.

Parecía sorprendido por mi respuesta.

— Bueno, todavía tenemos que llegar a Washington, tenemos que seguir caminando hasta salir del bosque, y buscar otro medio de transporte que nos asegure llegar por lo menos vivos hasta el Monte Rainier. Los autobuses, aunque asquerosos, no nos ayudaron a pasar desapercibidos, podríamos usar un tren de carga, o un camión con animales. Y deberíamos partir en máximo cinco minutos si queremos seguir teniendo ventaja sobre las Gorgonas.

Asentí, repasando lo que acaba de decir. El autobús olía horrible, la idea de tener que usar un transporte que emane un olor aún peor, me daba asco, pero no teníamos otra opción.

Yo aún pensaba en mi sueño, había presentido que nos seguían las Gorgonas. Pudimos evitarlas en ese entonces, pero sabía que no sería la última vez que las veríamos, incluso teniendo ventaja. Me pregunté si debía decirlo, pero es que, no quería que pensaran que estaba poniéndome paranoica y que solo actúo bajo presentimientos.

No me di cuenta cuando los cinco minutos ya habían pasado y comenzamos a caminar otra vez.

No me gustaba la actividad física obligatoria. Muchas veces tenía mucha energía y corría, o bailaba por un largo rato hasta calmarme al menos un poco, pero cuando estaba obligada a caminar mucho o correr, me cansaba.

— ¿A qué creen que se refiera el espejo? —pregunté en voz alta— El de la profecía, "En camino encontrarás un espejo,
mirada del pasado, un ser sin reflejo." ¿Existe algún dios o monstruo de los espejos?