Cap 20: ¿Quien es? soy yo ¿Que vienes a buscar?

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Emer

De acuerdo, no es nada difícil, solo tenía que tocar el timbre e implorar perdón y misericordia por mi alma ¿Que era lo peor que podría pasar? ¿Que cierre la puerta en mi cara? ¿Que vuelva a golpearme? ¿Que arroje las flores al suelo, me lance por las escaleras y muera?

Ok, ya estoy exagerando. Ella no hará nada de eso...o al menos no lo último, estoy seguro que saldré con vida de esta.

Solo necesitaba un poco de confianza en mí mismo. Claro que continúa molesta y me echará a la calle, pero puedo manejarlo. Solo tengo que tocar el bendito timbre frente a mí y dejar de actuar como idiota. No es tan difícil.

Para nada.

–Tu puedes –levanté la mano hasta el botoncito blanco sobre la pared, tan solo impulsarlo un centímetro y estaría listo, ella saldría del apartamento.

Me aparté.

–¡Carajo!

¿A quién engañaba? Desde luego no era tan fácil, para comenzar no sé porqué me avergüenza tanto traer un ramo de flores ¡Si no es nada del otro mundo! Segundo, la ropa no me ayuda para nada, estoy sudando como un atleta luego de correr un maratón de díez kilómetros. Bendito sea Big que me obliga a vestirme cada vez que me ve, de no ser por él no estuviera tan nervioso. Es que si me vieran...el mono y la sudadera se me pegan al cuerpo causando un sofoco que casi me deja sin respirar. Debo calmarme o las cosas se saldrán de control otra vez.

Un poco más decidido y valiente, caminé de regreso a la puerta del apartamento, estuve apunto de tocar el timbre, tan solo unos milímetros...el tiempo se detuvo para mí...un poco más...¡Tocalo, inútil!

–Disculpe...

Mi cuerpo dió un respingo repentino. Sentí que me daba un paro cardíaco y casi grito como niñita asustada. Me giré encontrando a una chica mucho más joven que yo.

–H-hola...yo...eemm... –miré en todas direcciones, no sabía que decir, como si me fueran atrapado haciendo algo malo.

–Lo lamento ¿Lo asusté? –ella sonrió pero no fué una sonrisa amable, sino más bien una "quien es este loco".

–¡No! No, no, no, claro que no...yo solo...estaba por tocar y...eehh...de repente pensé que había olvidado algo je je.

Que patético sonaste Emer.

–Oh, ¿Buscas a Rogi o a Shely?

–Bueno...a Shely, ¿Los conoces?

La chica asintió.

–Somos compañeros de trabajos, he venido a traer un paquete importante a Rogi, siempre deja las cosas tiradas en la oficina y se trata de algo importante –allí me di cuenta de la caja marrón que sostenía bajo el brazo. Tenía sentido la vestimenta oscura, los oficiales de la base suelen vestirse así aunque ese uniforme era muy diferente a los demás, me pregunté quién era– ¿De dónde los conoces?

–Pues...Rog y yo somos amigos de la infancia y a Shely...realmente la conozco gracias a él.

–¡Ya sé! Eres ese chico que estuvo con el señor Big el otro día, cómo olvidarlo, fué todo un espectáculo ver al perro del comandante ser arrestado.

En eso estamos de acuerdo. Me cae bien esta chica.

–Si, soy yo –respondí más relajado.

–Debe ser muy especial para tí ¿No? –dijo clavando la mirada al ramo de margaritas de jardín. Yo me puse rojo de la pena.

–B-bueno l-la verdad...

–Entonces eres de confianza ¿Podrías entregarle esto a Rogi? Es que si voy yo seguramente nos instalaremos a parlotear y la verdad estoy algo apurada, tengo mucho trabajo.

En tu mirada rubí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora