Welcome back, Izu.

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Unos minutos después, de que Kacchan comenzara a abrazarme comencé a sentirme bien.

—Izuku, ¿Qué pasó?— Kacchan intentaba entenderme.

—Es que, me estresé. No creo sentirme tan bien con mostrarme en público Kacchan, es mucho—. Respiré profundo.

—Esta bien Izuku, podemos encontrar maneras para que no te vuelvas a sentir de esta manera—. Kacchan me abrazó una vez más. —Siempre podes decirme como te sentis, voy a estar de tu lado—. Kacchan me miraba determinado.

Me relaje y decidí que por el momento, quería caminar. Se sentía bien el viento fresco contra mi cara.

Sin embargo, a pesar de este tropiezo, la llegada a los dormitorios fue tranquila como esperamos con Kacchan. El horario y el cambio fueron a favor. De todas formas, aunque me viera alguien, mi ropa parecía acorde a un estilo que estaba de moda.

Comencé a pensar en como había cambiado mi estilo últimamente o mis actividades con el grupo.

—Izuku, ¿Qué estas murmurando?—. Kacchan parecia preocupado, lo único que lograba hacer últimamente era que se preocupara.

—Kacchan yo solo estoy pensativo—. Kacchan me sonrió con tranquilidad.
—No creo que debas de pensarlo mucho  Conejito, son tus compañeros y el primer día te hicieron una fiesta ¿No te acordás?—. Habló como si supiera exactamente que estaba pensando.

Es cierto, los chicos se esforzaron mucho para que yo no me sintiera de esta manera, incluso hicieron bocadillos. Debería intentar retribuirles estando más tranquilo.

Sonreí un poco, la ansiedad por mostrarme de esta manera fue disminuyendo con el tiempo.

—Kacchan, creo que me siento listo— Kacchan asentó un beso en mi mejilla. Estaba nervioso pero me estaba acostumbrado a este tipo de trato. Bueno, tal vez no.

—Conejito, estas rojo ¿te sentís otra vez con fiebre?¿Te duele la cabeza? La vieja dijo que duraría ocho horas— Kacchan estaba preocupado por mí pero en realidad solo era la muestra de cariño lo que me alteraba.

—No Kacchan, no me duele, la medicación funciona bastante bien— miré para otro lado. Creo que quedó confundido. Para ser perspicaz con algunas cosas, para otras era bastante ingenuo.

Mi estomago comenzó a hacer ruidos.

—Tal vez el Tio kiri te este esperando con la merienda, asi que creo que deberías de animarte más—. Asentí. 

Llegamos, luego de un recorrido movido, a la residencia.

Se sentía de la misma manera que el primer día, solo que mi little space estaba más confiado.

A penas entramos nos recibieron con muchas preguntas, al parecer, Aizawa les comentó sobre mi salida a Recovery Girl. El docente debe de saber que pasa con sus alumnos a cargo.

—Tuve que informarle a mis compañeros, como delegada de la clase no podía quedarme quieta— Momo saca de la cocina una fuente —¡Por lo que prepararemos sopa para todos! Nuestra cena será muy nutritiva— Momo me guiñó un ojo.

—Primero que nada, deberiamos de merendar algo ¿No?— Hagakure interrumpió, momo sonrío.

—Claro, será algo especial también, en el horno con Sugarman quedamos en hacer brownies y té— Mis ojos se iluminaron. 

—En otras noticias, Midoriya, te ves tan tierno— Uraraka comentaba. Las chicas no tardaron en llenarme de arrumacos y cumplidos por mi elección de ropa.

Aún seguía en brazos de Kacchan, al parecer, se estaba regocijando de los cumplidos. Claro, el me cuidaba por lo que todo lo dicho sobre mí, iba para él también. Su calidad de cuidado era algo que le enorgullecía mucho.

My little Izuku (Katsudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora