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Lisa siempre cocinaría para Vicky.
Lisa se encontraba concentrada en leyendo la receta de pastelitos del libro que su abuela le había heredado con tanto cariño, llevaba ya tiempo intentando hacer la masa sin existo hasta que este quinto intento logró la consistencia perfecta, su sonrisa era inigualable, engrasó los moldes y en los capullos fue vertiendo con delicadeza la masa que tanto le costó, hecho chispas de colores cada uno y los metió con emoción la horno, puso el temporizador y lavo sus manos por último que habían estado manchadas de masa y harina.
La castaña amaba cocinar, más para su novia y sus amigos.
Lisa lavaba y guardaba todo lo que había ocupado hasta que sintió unas manos en su cintura, la cual aquellas manos acarició, ella se dio medio vuelta y vio a Victoria con una sonrisa coqueta.
—¿Qué hace mami?-. Le preguntó la platinada después de darle un pico en los labios de la contraria.
—Pastelitos amor-. Respondió sonriente, agarró la mano de Vicky y la giró al horno, encendió el foco dejando ver unos pastelitos ya inflados.
—¡Wow mami!, eso se ve rico, ¿Me dará'?-. Pregunto coqueta agarrando de nuevo a la mexicana por la cintura.
—Mhm, mis pastelitos tienen precio-. Dijo siguiendo el coqueteo
—¿A si, Cual?-. La sonrisa ladeada de Vicky mataba a lisa, lo sabía.
—Un beso-. Pensó un segundo.— Bueno no, muchos besos-. Se corrigió divertida.
—Entonces querré vario' baby-. Dijo cortando la distancia entre ambas besándose de una manera tierna y llena de amor.
Ambas chicas siguieron besándose hasta que el aire ya hacía falta en sus pulmones, separándose mientras juntaban sus frentes, ambas con una gran sonrisa, y Lisa sin pensarlo dos veces se separó un poco y rápidamente agarró harina y la aventó a la cara de Vicky, riéndose a carcajadas mirando a Vicky indignada, pero Victoria no quedaría así ya que imitó la acción de su novia mientras reía, ambas empezaron una pequeña guerra de harían riendo y divirtiéndose, Vicky se acercó a Lisa la tomó pro la cintura ambas ya llenas de harían y la besó con cariño sonriendo en medio de aquel beso, al separarse ambas se miraron y sonrieron para la otra, las dos amaban aquellos momentos donde solo eran ellas, donde no importaba nada, solo ellas, se miraron unos segundo hasta que el reloj de cocina sonó con su característico "Tin", llamando la atención de Lisa quien se separó de la platinada y se acercó al horno.
Lisa tomó el guante de cocina, abrió el horno y sacó los pastelitos con el máximo cuidado.
—¡Quedaron muy bonitos mi amor!-. Casi grito la castaña al ver los pastelitos inflados, provocando la risa de la platinada.
—Te quedaron muy lindos mami-. Vicky solo miraba a Lisa con ternura y amor.
—¡MIKO!-. Se escuchó un grito del mini estudio que tenían la platinada y el 1K en aquella casa.
—Allí vengo mami-. Se despidió Victoria dándole un beso en los labios a su novia.
—Okay-. Respondió viendo a Vicky caminando hacia la habitación de estudio.
Lisa volvió hacia los pastelitos y los miró con alegría, se saco el guante de cocina y fue sacando de apoco los pastelitos apreciándolos con una sonrisa, al terminar puso algunos en una pequeña bandeja, les puso a alguna un poco de chocolate que ya tenía encima, y con el mejor cuidado agarró la bandeja y se dirigió hacia el pequeño estudio. Llego y pasó la bandeja a una sola mano y abrió la puerta viendo a cada todo 1K en aquella habitación.
—Les traje pastelitos-. Dijo con una sonrisa.
Todos en la habitación la miraron y sonrieron alegres, especialmente cierta platinada que acaba de salir de cabían, algunos la saludaron y todos le agradecieron aquellos pastelitos, agarrando uno, unos lo probaron primero que otros felicitando a la castaña por su gran creación, estaban deliciosos, siempre era así.
Ya que todos en esa habitación amaban cuando la castaña hacía todo tipo de recetas para su novia y la mayoría de veces para ellos también, siempre eran una maravilla.
Al terminar de repartir los pastelitos Vicky se acercó a su novia con una sonrisa.
—Te quedaron chulos mami-. Alago dando un beso en la cabeza de la chica.
—¡Gracias amor!-. La castaña se sentía completa cuando a su novia le gustaba lo que le hacía.
—Te amo baby-. Dijo Victoria ignorando todo el ruido que había en la habitación por sus amigos.
—Yo te amo más Vicky-. Contestó para después besarla con cariño.
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Holiiiiiii, espero les haya gustado, los quiero 🫶🏼
