Sangre Pura

Capítulo 5.

El frío y la oscuridad de la cueva la recibió, ni si quiera se podía ver el lugar por donde entro, y si intentaba regresar en sus pasos la cueva solo se extendía más y más como si no tuviera fin. Azalea comenzó a desesperarla el no poder ver nada así que se puso en cuclillas para palpar el suelo en busca de alguna planta. La sensación de la tierra seca la recibió y eso hizo que se preguntará si en verdad habría algún tipo de planta cerca, apoyo la palma de su mando derecha con firmeza intentando hacer que algo creciera, aunque sea un pequeño retoño, una hierba o una pequeña flor, pero nada no ocurrió nada.

Se puso de pie para intentar avanzar entre la oscuridad, pero era muy difícil caminar a ciegas, de pronto, una idea surgió en su cabeza ¿qué tal si encendía una pequeña llama en su palma? Era algo arriesgado ya que eso podría hacer que la cueva pensará que pertenecía a otra región y marcaría su uniforme con el símbolo equivocado. No quiso pensar más en eso y se concentró en crear una pequeña llama en sus palmas, empezó a sentir un pequeño calor y vio como el fuego se creaba en sus manos, era una llama de color azul y con forma irregular, Azalea no había si quiera empezado a apreciarla bien cuando la llama comenzó a crecer y a crecer.

- No no no ¿qué sucede? - le preguntó a la nada mientras comenzaba a desesperarse por no poder controlar lo que al principio había sido una pequeña luz.

En medio de su temor, la princesa intentó desvanecer lo que había creado provocando que el fuego se extendiera como una honda expansiva y quemará las paredes de la cueva, gracias al destello de luz momentánea que provoco el fuego, la princesa se pudo percatar de que en las paredes, que no estaban sino a unos dos metros de ella, habían diversas plantas y estas habían terminado quemadas por su culpa, suspiró con frustración mientras se acercó a una de las paredes en donde todavía brillaban las pequeñas brasas, intentó alcanzar alguna de las plantas que se encontraban en la parte superior de la pared pero por más que saltaba no alcanzaba, decidió cambiar la técnica e intentó escalar, la pared se sentía tibia por el reciente fuego, poco a poco logró subir pero al ser la primera vez que lo hacía sentía que su cuerpo le pedía a gritos que regresara a descansar por el esfuerzo, estiró su brazo lo más que pudo hasta que sintió el tallo de una planta, la tomo con fuerza para arrancarla desde la raíz y empezó a tirar de ella hasta que la planta cedió a su jalón y su cuerpo también.

- Aauch! - se quejó Azalea mientras se sobaba el trasero y sentía un escosor en su codo derecho - Maldición! Como arde. - era la primera vez que sentía ese tipo de dolor ya que en el castillo nunca tuvo oportunidad de hacerse un raspón.

Comenzó a conjurar la planta hasta que de su centro emergió una luz blanca que la ayudo a iluminar el lugar, se dio cuenta que la planta que tomo era una orquídea amarilla muy linda. Recorrió la cueva con la mirada y vio que a su izquierda había una especie de pasadizo, estaba segura que eso no estaba hace unos minutos, pero quizás se debía había completo la primera prueba. Comenzó a avanzar a paso rápido hasta toparse con un escenario para nada esperado.

Frente a sus ojos había hielo, a dónde sea que mirara todo estaba congelado, sabía que tendría que tener cuidado para no resbalar así que intento dar un paso firme, pero al hacerlo el hielo se volvió líquido e intentó succionarla. Azalea se retiró rápidamente antes de que el agua se la tragará y empezó a buscar soluciones. Al otro extremo del pasadizo había una puerta, y al lado de la puerta había un pedestal de hielo que tenía la impresión de que se caería hasta con un pequeño soplo, quizá si lo tumbaba podría hacer que el hielo se quedará firme, intentó lanzar una roca pero estaba demasiado lejos así que la pobre piedra se quedó a mitad de camino, pero no se hundió ¡Esa era la respuesta!

La princesa comenzó a buscar tierra seca, como la que había en la entrada de la cueva, y reunió suficientes piedras, con eso bastaría para crear un Golem, no sería muy fuerte por la falta de materiales pero serviría a la perfección.