Escupí sangre, seque mis la grimas que caían por mis mejillas. El al verme llorar me dio otro puñetazo:
-Ojala no hubiese tenido una hija así.
Me miro con odio, cogió mi pelo y me arrastró escaleras arriba tirandome contra la puerta de mi cuarto rompiendome por 5 vez la nariz. Sonrió al verme así de dañada, me dió una patada en el estomago y se marcho de casa al bar dando un portazo. Intente levantarme del suelo, coji el pomo de la puerta y me agarre a el elevando mi cuerpo del frío suelo de mármol. Entré a mi oscuro cuarto: negro, lleno de posters, peluches, mangas, discos, cds, libros... Cerré la puerta con llave por dentro, cerré las ventanas con seguro y con las cortinas moradas que tenia colgadas. Suspire. Mi padre me odiaba, me odiaba como si fuese el demonio en vida. El odiaba a mi madre cuando se quedo embarazada de mi intento matarla pero falleció en el parto. Me odio siempre. Me viola siempre que llega del bar borracho. Aunque no lo parezca mi padre es un muchi-millonario. ¿Como hizo su fortuna? Empezó a prostuirme con 10 años. Tengo actualmente 17. Gracias a mi ha creado la mayor red de prostitución de toso el sur de Texas, mire mi móvil sonó una alarma que ponía: Nuevo Cliente Exigente En La Habitación 69. Odiaba esa habitación, era roja, tipo en 50 Sombras De Grey: El cuarto rojo. Pues igual, esa habitación era solo para clientes muy ricos. Todavía no había slnado la puerta así que deduci que llegaría tarde seguramente, entre en Instagram y vi que alguien nuevo me seguía: Pelayo Jones. No me sonaba de nada. Entre en su perfil 3801 seguidores y 12 seguidos, yo entre ellos. Mire sus fotos. Vaya ese chico de unos 20 años era realmente guapo. Rubio, alto, fuerte, ojos miel verdosos, sonrisa blanca, labios carnosos, pelo corto. En ese momento me enamore de el, dude varios minutos en abrirle con direct... ¿Le abriré o no? Finalmente. Le abrí.
