Parte Única

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Era viernes por la noche y el joven pelirrojo veía a través de su ventana, odiaba los malditos viernes por la noche.

Tal vez hace dos meses atrás eran sus noches favoritas; se arreglaba lo más bonito que podía, se perfumaba, se vestía con ropa linda y se maquillaba para resaltar sus bonitas facciones.

Esperaba con ansias la llamada de su chico anunciándole que ya estaba en espera de él para salir a tener una cita o simplemente para disfrutar la noche como los dos amantes que eran.

Un suspiro abandonó su ser.

Era triste saber que eso ya no pasaba; miro al pequeño felino que descansaba sobre su cama.

Esa bola de pelos rubios, negros y blancos era su mayor confidente.

Solo ese pequeño ser sabía sus verdaderos sentimientos; a todo el mundo le decía que estaba bien, que ya no dolía, que ya estaba aprendiendo a vivir sin él.

Pero cuando llegaba a su habitación y se rompía solo a su pequeño amigo le contaba que aún dolía, que no estaba bien, que no podía superar tan rápido a quien fue el amor de su vida, que una relación de cinco años no puede olvidarse en tan solo dos meses.

Escucho como alguien quiso abrir la puerta de su habitación nuevamente.

Esos imbéciles que se encontraban en la fiesta que estaba dando su hermano mayor seguían queriendo entrar a tener sexo en alguna de las habitaciones.

Desde su ventana tenía la vista perfecta del coche de él; porque si, él estaba ahí en su casa en la fiesta de su hermano mayor, divirtiéndose mientras él seguía destrozado.

Una lágrima bajo por su mejilla.

Era tan patético.

La música se escuchaba fuerte y un poco distorsionada.

Risas y cantos era parte de los ruidos que se filtraban por debajo de la puerta.

—bombón ya no lo soporto; tengo que salir de aquí, siento que me asfixio; iré a dar la vuelta por ahí un rato, no te preocupes dejaré la puerta cerrada para que nadie te moleste—

Aquel pelirrojo tomó su chaqueta de cuero y se puso sus converse y salió de ahí, cerrando la puerta como se lo había comunicado a su amigo felino.

El corredor de su casa estaba lleno de parejas besándose y casi casi teniendo sexo ahí mismo.

Bajo las escaleras y el ambiente iba cambiando poco a poco, había gente bailando, gritando y cantando.

Había alcohol por todos lados. El olor a cigarro hizo que frunciera su linda naricita.

Y apenas puso un pie en la primera planta y giró su vista hacia la sala; donde la mayor cantidad de gente se encontraba, y lo vio a él con una chica en su regazo a la cual estaba devorando con pasión.

Como lo hacía con él.

Sacudió su cabeza para alejar esos pensamientos idiotas.

Se dirigió a la salida y en el proceso chocó con el mejor amigo de su ex.

—eit Jimin, ¿a donde vas a esta hora?—

— hola Hoseok, voy a tomar un poco de aire me estoy asfixiado aquí—

—¿quieres que te acompañe?—

—no así estoy bien, mejor disfruta de la fiesta, no todos los días se celebra el fin de temporada con un campeonato—

—tienes razón, pero si necesitas algo no dudes en decírmelo—

—gracias; lo tendré en cuenta—

Friday nightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora