A Su Debido tiempo (Omegaverse)

Capitulo 40: Valak

Lucifer se abanica un poco con su mano, era uno de esos días en los cuales hace bastante calor, pero agradece que este mismo no sea uno infernal, el cual no pudiera resistir.

No quiere tener un golpe de calor ni mucho menos que Zouhair tenga uno, como lo ocurrido hace algunos años atrás, haciendo que por las circunstancias, tuviera un ataque de pánico por no saber como alivianar el dolor de su hijo menor.

Piensa que menos mal va a ir a ver Leviatán junto a su pequeño, porque aprovechando que este último mencionado quiere ir a ver a su "tío favorito", va a tomar un pequeño descanso para refrescarse en el lago que tiene su hermanito.

Empieza a avanzar por aquel sendero junto a Umbra, el cual tiene en su lomo a Zouhair, haciendo que vea de vez en cuando qué este no se caiga. Están yendo de ese modo porque él quiere caminar un rato para disfrutar la vista, y después claramente se encargará de abrir un portal para llegar más rápido a su destino, pero por ahora solo quiere ver los alrededores, además de que también quiere que su bebé los vea, para así poder concentrarse en pensar bien las cosas.

Mantiene su sonrisa tranquila, pensando en todo lo que ha pasado y vivido en esos largos ocho años, los cuales apenas se cumplieron iniciando el verano.

No podía creer que hallan pasado tantas cosas y que él halla mejorado considerablemente a comparación de sus primeros años en el infierno, pero igualmente le llegaban aquellos pensamientos intrusivos, haciendo que tenga un retroceso, y no sabía el porque le pasaba aquello de repente. Quisiera tener alguna respuesta o saber como no tener aquellos pensamientos nuevamente. Y por alguna razón inexplicable, aún sentía como su alma y corazón estuvieran fracturados.

Suspira, después pensará en algo, pero por ahora solo podía agradecer en haber terminado en el infierno, ya que puede ser más libre con el tema de las castas, y que además, por lo que le ha comentado Satanás en sus entrenamientos, a los que son unos malditos con sus parejas, si se les puede encerrar y dar una lección, además de que esto también lo hacen con los abusadores.

Cada día ama más al infierno, y por eso, quiere cambiar algunas malas costumbres que sus habitantes tienen, como el tema de la discriminación de algo diferente, como lo ocurrido con ese "niño" alfa, del cual se pregunta el como estará.

Por algún motivo, su omega interno lo quiere ver nuevamente, y esa sensación enserio le recordaba a cuando vio por primera vez a Belcebú.

No quiere pensar en la posibilidad de que lo adoptó apenas conocerlo, ya que sería muy contraproducente de su parte, además, piensa que ese pequeño tiene que tener su propia familia y que a él solamente lo ve como el Rey del Infierno.

En eso siente una mirada y un aura ya conocida, dándose cuenta por esta última que se trata de ese alfa en el cual estaba pensando. Con una pequeña sonrisa, le hace una seña a Umbra para que se quede detenido en ese lugar y que proteja a Zouhair, y al ver que su orden es obedecida, va hacía esa pequeña presencia, claramente ocultando su propia presencia para que no sea detectado.

Se queda frente a un árbol bastante grande, qué tiene el tronco de un tono gris casi negro, y el cual, para su vista, no se nota tan quemado; siente que al otro lado esta ese pequeño junto a su dragón de dos cabezas, así que, con cuidado, avanza por uno de los costados de ese árbol para asomarse y de esa manera poder observar a ese "infante", viendo el como se encuentra con la espalda apoyada en el tronco mientras tiene abrazado al animal.

La escena que presencia le da ternura, haciendo que sonría de oreja a oreja, ya que también podía escuchar como ese pequeño regaña a su acompañante por ir hacia donde él se encontraba con anterioridad.

No pudo evitar dar una pequeña risa, por lo cual hizo que ese pequeño se sobresalte, despejando su espalda del tronco y poniéndose en mejor posición frente suyo, haciendo que ahora se puedan mirar cara a cara, y pudiendo apreciar como aquellas mejillas blancas adquieren un tono carmesí.