──Despierta ── Escuchaba como Tomás le repetía una y otra vez.
Sus ojos comenzaron a abrirse lentamente, siendo cegado por la luz proveniente de la ventana de su cuarto, que daba justo en su rostro.
──Creo que está bien──Le dijo a su amigo de ojos verdes, que soltó un suspiro, aliviado.
──¿Qué pasó?── Aún aturdido, preguntó, en un balbuceo casi inaudible.
Estaba recostado en su cama, comenzaba a recobrar la consciencia. Recordaba estar hablando con los dos chicos, que estaban en el balcón vecino, y de un segundo a otro sentir un fuerte mareo. Probablemente su cuerpo había caído rendido al suelo a causa de la poca fuerza que tenía, se odiaba por pensar que su sistema aguantaría con una galleta y algo de café.
──Creo que te desmayaste o algo parecido ¿Tienes algún medicamento que no hayas tomado?── El chico se notaba preocupado, llevando su palma a la cabeza del contrario, en un intento de encontrar signos de fiebre. Al ver que el pelinegro solo dirigió su vista a un rincón, decidió no indagar mucho en ese tema ──No importa, tú solo intenta estar mejor ¿Querés algo?──
El chico solo asintió emitiendo un sonido afirmativo, pero sus mareos vovieron a hacerse presentes, avisándole que volvería a quedar inconsciente en cuestión de segundos.
Eso de ser anémico solo le complicaba las cosas un poco más.
♡
[sᴀᴠᴇ ᴍᴇ]
♡Volvía a despertar, esta vez mucho más relajado que antes, como hace mucho tiempo no lo hacía.
Se levantó con cuidado, comenzando a caminar a la sala, de donde distinguía voces, estaba seguro de que eran aquellos chicos ¿Por qué razón lo ayudarían? Apenas se conocían y además había tratado fatal al de ojos verdes hace un par de días.
Vió a través de su ventana y logró divisar el oscuro paisaje del otro lado. Ya era tarde.
Siguió dando pasos hasta llegar a su sala, donde efectivamente, se encontraban los chicos de esa misma tarde.
──Ya despertaste, estaba a punto de ir a buscarte ── Habló Carrera, acercándose al chico, que llevaba sus pelos revueltos a causa del tiempo que había pasado durmiendo. El de ojos verdes pasó sus brazos por encima de los hombros ajenos, o eso intentaba, ya que este le llevaba un poco de ventaja con respecto a la altura.
El más alto quedó en shock por algunos segundos por el contacto del casi desconocido. No acostumbraba a tener ese tipo de tacto físico, mucho menos por parte de alguien como Rodrigo. Definitivamente esa semana estaba siendo extraña, muy fuera de su rutina que lo aburría constantemente.
──Ro, déjalo en paz── Pidió el tatuado, con una caja en sus manos. Rodrigo bajó sus brazos de mala gana y susurró una disculpa ──Pedimos pizza ¿Te importa?──
──Discúlpanos por meternos, pero no pudimos evitarlo al verte mal── Habló Rodrigo.
──No, está bien ──Habló tímidamente, avergonzado por todo lo ocurrido en la tarde. ── Lo siento por esto, no quise-
Rodrigo lo interrumpió abruptamente, dejando uno de sus dedos índices a centímetros de los labios de quien hace segundos hablaba, diciéndole que hiciera silencio.
──Shh, no pidas disculpas──Dijo, dejando con ojos abiertos a Buhajeruk ──Mejor comencemos a comer, tengo hambre──
Los tres se sentaron en la mesa y comenzaron a comer, pero Iván sentía náuseas de solo imaginar comer una pequeña porción de aquella pizza. Antes solía ser su alimento favorito, pero despues de todo lo ocurrido en los últimos meses, no podía comer como normalmente lo hacía.
Los otros dos mantenían conversaciones casuales, pero no sin pasar inadvertido el hecho de que el plato del pelinegro estaba vacío. Ambos cruzaron miradas, preguntándose lo mismo.
──¿No te gusta esto? Puedo pedir otra cosa.──Tomás le dijo, dudando de si el hecho de que no comiera nada estaba relacionado con los problemas alimentacios que varios ya conocían o si solo le disgustaba aquel alimento.
── No tengo mucho apetito, lo siento...── Su voz se notaba distinta, pero ninguno de los jóvenes le cuestionó nada. Querían ganarse su confianza, así que tendrían que abstenerse a hacer tantas preguntas, no querían agobiar al chico o peor, incomodarlo.
Estuvieron algún rato más en el departamento del chico, hablando sobre lo que querían hacer en las vacaciones. Iván aportaba algún que otro comentario, estando en silencio la mayor parte de la noche, pero disfrutando de las charlas de los dos mayores. Al momento en el que los dos chicos se retirarían, Tomás se giró hasta el menor con una sonrisa y le habló.
── Si necesitas algo puedes golpear mi puerta.
♡
[sᴀᴠᴇ ᴍᴇ]
♡Durante la última semana habia visto bastante a menudo a su vecino, puesto que ambos debían ir a la universidad en horarios similares, e incluso iban por el mismo camino, claro que Iván prefería ir por el camino al otro lado de la calle. Quería evitar a toda costa cualquier tipo de contacto con aquel chico, además de las sonrisas que a veces le dedicaba al toparse en alguno de los pasillos que compartían.
Pensaba en ello y lo ocurrido los últimos días cuando se le acercó su profesor de programación, el favorito de todos los estudiantes, puesto que el hombre sabía muy bien cómo tratar con los jóvenes sufridos por tantos trabajos.
──Buhajeruk, su examen pasado estuvo excelente── Le informó sonriente ──Ya no es necesario que asista a mis clases, no hasta el año siguiente── El hombre le extendió la mano, cosa que el joven correspondió de la misma manera. ──Me gustaría saber cómo anda tu vida ¿Todo está correcto?
──...Todo correcto──Le dedicó una media sonrisa, intentando despejar cualquier duda que tuviera su profesor con respecto a él y su salud mental, cosa que no logró y nunca lo hacía.
──No caigas en esas feas costumbres nuevamente ── Su voz sonaba tan relajada y tranquila que quiso llorar ahí mismo, pero una llamada le llegó al hombre de canas y anteojos redondos, desconcentrándose de la charla que estaban teniendo. Habló algunas palabras y volvió su atención al chico por un par de segundos. ──Todas las tardes estoy aquí, si me necesitas me buscas, recuerda.── Dicho eso, se alejó rapidamente, saliendo del salón y dejando a un Iván con un nudo en la garganta.
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𝐒𝐀𝐕𝐄 𝐌𝐄 ───♡♡♡ 𝐓𝐨𝐦𝐢𝐯𝐚𝐧
FanfictionCuando el odio que te tenés a vos mismo es más fuerte que el amor por los demás, hacés cosas malas. Porque después de todo ¿Quién podría querer a un chico tan inseguro? tan dañado y roto, como lo está Iván. Si tan solo supiera que hay un chico que...