Día 8 (JACLES): Felación

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Cansado por lo que esta vez Atenea lo había puesto hacer. Había pedido tiempo para descansar, sentándose en el piso mientras miraba a la diosa.

—Estas perdiendo forma, pequeño Hércules — el pelirrojo sonrió; mirándola — ¿es por Jack? — su sonrisa se desvanecí, frunciendo levemente el ceño.

—¿Ares?

—Realmente me dijo que hablara sobre él, no sabía cómo abordarlo así que te traje aquí

—Comienzo a odiar que me traten como un niño ¿Sabes? Se lo que hago

—Lo sabemos, sabemos que no eres un niño, pero eres lo bastante bueno como para no ver algo evidente — Hércules se incorporó dándole la espalda a Atenea mientras se alejaba de ella.

—Yo se lo que ven en él— declaro mirando por encima del hombro a la diosa — y se sus intenciones y lo que pasa. Pero no entienden, Ares y tu no lo entenderían por que nunca fueron humanos — fue lo ultimo que dijo antes de dejar sola a la diosa y regresar a los brazos de Jack.

Este al verlo no dudo en corresponderle, sabia que lentamente los problemas de Hércules a los de su alrededor provocaban que se separaran de a poco, Hércules no quería discutir con nadie acerca de las actitudes de Jack, sabia lo que intentaba hacer; lo sabía perfectamente pero no le importaba, quería salvarlo de esa obscuridad y Jack solo tomaba tanto como quería.

Ambos estaban en esa enorme cama, siendo unas finas mantas de seda lo que cubrían sus cuerpos. Hércules mantenía su agarre en la cintura de Jack pensando en que ahora terminaría por alejarse de Atenea si seguía con la insistencia de su relación. Sus manos jugueteaban un poco en la pierna de Jack mientras este se limitaba a leer uno de los tantos libros que le había prestado la diosa hace mucho tiempo sobre el arte de la guerra.

— Sir... lamento molestar su tan tranquila paz, pero sus toques — el pelirrojo parpadeo confundido al ver lentamente como esa acción de su parte hacia reaccionar a Jack, antes era muy dificil llegar a excitarlo por lo cual pensaba su cuerpo no le atraía del todo

Era él quien no paraba de excitase al ser tocado por el albino, pero lentamente se daba cuenta que quizás solo era que no recibía mucha atención de su parte y no era de menos. Su relación intima al inicio solo era él entregándose al placer y Jack dejándose de lado ante los placeres del cuerpo; Fue cuando él tomo la iniciativa y pe pidió tocarlo.

Jack respondió nuevamente dejándose de lado a sí mismo.

"Si es lo que quieres entonces puede hacerlo Sir."

Sabia que no lo hacía porque quería sino porque él se lo pidió, Jack vivía por y para Hércules y eso al pelirrojo se le hacia bastante malo, una relación era de dos personas, no era justo que una de ellas diera todo mientras la otra no le daba nada.

Su mejilla se coloco en el muslo de Jack mientras lo miraba fijamente y le sonreí.

—¿Qué tienen mis toques? — esta vez las pequeñas caricias eran circulares justo encima de su entrepierna.

El cuerpo de Jack reacciono, sintiendo un temblor en todo su cuerpo. Hércules continuo.

Suabes caricias encima de la ropa lo hicieron soltar el libro y cerrar los ojos para disfrutar de la atención del pelirrojo, una vez lo sintió más erectos aparto la prenda y fue cuando el pene de Jack salto directo a su rostro.

Jack se apresuro a limpiar con su propia manga el rastro de pre-semen que hizo su miembro; provocando una sonrisa en Hércules.

Sus intenciones eran claras aún más cuando comenzó a dar pequeños besos por toda la longitud del falo mientras su mirada se mantenía en esos hermosos ojos bicolor.

Su respiración era entrecortada viendo un ligero rubor en sus mejillas mientras continuaba sus lamidas hasta llegar a la punta. Abriendo mas la boca y metiéndola de una sola vez.

Jack no lo detuvo, comenzó a acariciar suabemente su rostro mientras este subía y bajaba, frotando un poco sus dientes en el mismo, sintiendo esa ligera curvatura por lo que había pasado hace mucho tiempo. Aun se preocupaba, pero Jack siempre calmaba su preocupación.

Se aparto una ves se quedo sin aliento, tomando con su mano derecha para acariciar la punta con pequeños círculos en el grande mientras sus labios seguían la longitud del falo, besando todo el contorno hasta llegar poco más debajo de sus bolas, mismas que delineo con su lengua.

Regresando a la punta y metiendo todo de una, en la base pudo sentir cerca de su nariz el bello platinado que Jack tenia, pasando su pulgar por este mismo.

Jack no gemía, solo escuchaba leves gruñidos y suspiros fuertes más eso nunca lo molesto. Lo conocía, despues de todo era su Jack, conocía como actuaba ante tanto placer, conocía cual eran las señales una vez estaba ya en su límite.

Su cuerpo tembló, el bello púbico se erizo y fue ahí cuando Hércules se aparto manteniendo la boca abierta sintiendo el esperma caer en su rostro y parte de su boca.

Una vez se corrió por completo las dulces caricias de Jack limpiaron el esperma que había manchado su hermoso rostro. Tomándolo del mentón y guiarlo a sus labios, mismos que beso.

—Jack... no, te acabo de...

—No importa — no lo dejo hablar simplemente lo beso, como si quisiera no solo limpiar el desastre de su rostro sino también el de su boca, eso solo lo hizo sonrojarse, al separarse y ver a Hércules excitado por ellos lo hizo sonreír, empujándolo suabemente a la cama para que se recostara en la misma.

Las piernas del dios de la justicia se mantenían levemente separadas, lo suficiente para que el cuerpo del albino encajara perfectamente con el suyo.

—Es mi turno de complacerlo, Sir. — y nuevamente lo beso.

Sabor amargoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora