✨El día que llegaste nuestras vidas.✨ " Rayito de Sol"

Capítulo 20

En el departamento de Yoongi.

Más tarde después de que su padre omega se marchara a regaños por parte de su padre alfa, pues el Señor Yejun insistía en quedarse a esperar junto a Hoseok, hasta que alfa volviera y de estar seguro de que Hoseok había vuelto al departamento con Seokjin.

Hoseok le insistió en que por más se sintiera mejor, aún no estaba en condiciones de sobreesforzarse. Fue así como terminó de conversarlo, porque él haría todo lo que su cachorrito le dijera, aunque eso no aplicaba para aceptar su relación con el alfa, no sin antes asustarlo un poco. ¿Por qué es eso lo que todos los suegros suelen hacer? ¿No es así? Lo pensó, no, lo imaginó, imaginó en todas las posibles formas de fastidiar al alfa, tanto que lo estaba disfrutando, sonreía en grande, y su esposo y Hoseok lo miraban con asombro. Sin entender el porqué de su sonrisa, decidió no replicar más y se despidió del cachorro, dándole un beso en la frente y apretando suavemente las mejillas.

Después de un rato de que sus padres se hayan despedido y marchado, daba vueltas de un lado a otro por la habitacion, que el alfa y el cachorro compartían, y entre arrullos y esa canción de cuna que estaba tarareando para hacerlo dormir, nada parecía suficiente. Su llanto no era constante, pero si trataba de dejarlo en su cuna recostado, inmediatamente se soltaba a llorar desconsolado, parecía asustado, y el único refugió en el que podía sentirse seguro, era entre los brazos del omega envuelto en esa mantita que Hoseok había impregnado con su aroma materno.

Mientras seguía tarareando esa canción, escuchó ruido proveniente de la puerta siendo abierta.

-- Yoongi... -- lo llamó, se quedó en silencio esperando escuchar una respuesta por parte del alfa, pero nada, no hubo respuesta alguna, comenzó a preocuparse, pensando que quizás algo más estuviera a punto de suceder, trató de alejar esos pensamientos, pues eso afectaría su aroma, y el cachorro podría percibir su estado de ánimo a través de el, pudiendo transmitirle aún más miedo.

--Parece que papá ha llegado, ¿no estás contento, pastelito? -- dijo llevando al cachorro al interior de su cuna, donde lo dejó recostado, y esperó un rato para ver a Yoongi entrar a la habitación, pero tal como sucedió minutos atrás, donde no hubo respuesta, tampoco lo vio entrar, empezando a tener ese presentimiento de que alguien más podría haber entrado al departamento. Por suerte, el cachorro esta vez se quedó tranquilo dentro de la cuna, decidió dejarlo ahí un momento, para ir a averiguar qué era lo que estaba pasando.

--Vuelvo enseguida -- dijo Hoseok, con esa infantil forma de hablar que solo usaba con el cachorro. -- ¿Quién es mi lindo cachorrito ? ¿Quién es mi lindo y dulce cachorrito? -- le repetía Hoseok, mientras le hacía suaves caricias sobre su pancita, a modo de hacerlo reír, a lo que el cachorro correspondía con pequeñas sonrisas y balbuceos

-- Baa, Baa, ba, brr...

--¿Te portarás bien, pastelito? -- decía Hoseok --Aguardarás a qué, Ma... -- no pudo terminar la frase, pero cuando tenía esos pequeños espacios a solas con el cachorro, su omega reaccionaba con ese instinto maternal de proteger y cuidar al cachorro como si fuera suyo. Y ese vacío que muchas veces sintió ahora se llenaba con la sola existencia de Yoongi y el cachorro. Pensó, qué bueno sería, que cuando Jungkook fuera más grande, pudiera aprender la palabra "Mamá", pues él jamás trataría de ocupar el lugar de su verdadera madre, solo pensaba en lo bonito que sería verlo crecer junto a Yoongi y tener el privilegio de escucharlo decir esa palabra por primera vez. Eso sí existía, la más remota posibilidad de ganarse el corazón, cariño y amor del alfa, pero también pensaba que si eso nunca llegaba a suceder así, como tantas veces lo soñaba despierto, lo demasiado triste que tendría que ser el alejarse de ambos, pero, por sobre todo, del cachorro, su cachorrito, su lindo y dulce cachorrito...