La luz del amanecer filtraba a través de las cortinas entreabiertas, pintando suaves destellos de luz en la sala de estar. Shoto yacía en el sofá, con una expresión de paz en su rostro mientras dormía profundamente. Su mano descansaba sobre su prominente vientre, acunándola con ternura, como si tratara de encontrar alivio para el malestar que había estado sintiendo toda la noche.
Katsuki entró en la sala, con la mirada aún somnolienta. Al ver a Shoto allí, dormido y tranquilo, un suspiro escapó de sus labios. Se acercó al sofá con pasos suaves, tratando de no despertar a su pareja.
Sabía que los últimos días habían sido difíciles para él. Shoto se revolvía inquieto, incapaz de encontrar una posición cómoda debido al tamaño de su barriga. Además, las contracciones de Braxton Hicks lo mantenían despierto durante la noche, añadiendo una capa adicional de estrés a su ya agotado cuerpo.
Se agachó junto al sofá y observó a Shoto dormir, y luego miró a su vientre. Katsuki se quedó mirando el vientre de Shoto, observando cómo subía y bajaba con cada respiración.
Podía sentir el cálido aroma lechoso que emanaba de la barriga de Shoto, una fragancia única que pertenecia al cachorro. Cerrando los ojos por un momento, Katsuki inhaló profundamente, dejándose envolver por el aroma reconfortante.
Katsuki abrió los ojos lentamente. Con movimientos suaves y llenos de cuidado, llevó una mano hacia la barriga de Shoto, acariciándola con suavidad.
Sus dedos trazaron círculos suaves sobre la piel de Shoto, sintiendo la calidez y la vida palpitar debajo de ellos. Era un gesto íntimo. Prefería hacerlo en privado, cuando nadie más estaba mirando, cuando podía expresar libremente sus sentimientos sin restricciones ni juicios.
― Hey, mocoso ― susurró ― ¿Por qué tardas tanto en salir? Estás volviendo loco a tu viejo ― bromeó con una sonrisa.
La barriga de Shoto no dio respuesta, pero Katsuki continuó hablando, como si estuviera esperando una respuesta. ― En serio, creo que ya has tenido suficiente tiempo de gestación. ¿No puedes apresurarte un poco? Tu padre ya me ha dicho que me estoy volviendo loco por tu nacimiento. ― continuó, con un toque de impaciencia en su voz.
Mientras acariciaba suavemente la prominente barriga, una sensación sorprendente lo hizo detenerse. Sintió una patadita, apenas perceptible pero lo suficientemente fuerte como para hacerle sonreír con asombro.
― Despertaste, mocoso ― murmuró Katsuki ― Eres fuerte. Como tu padre ― agregó con una risa.
Shoto no se despertó, pero su rostro se contrajo ligeramente en una mueca, como si hubiera sentido la interacción desde el mundo de los sueños. Katsuki se quedó mirando a Shoto con adoración, maravillándose ante la idea de que pronto serían padres juntos.
― Vas a ser el mejor mocoso de todo el mundo, lo sé ― susurró Katsuki, con orgullo en su voz ― Con un padre como yo y un hermoso omega como mitad-mitad, no hay forma de que no seas increíble ― bromeó con una sonrisa radiante.
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¡Bebé en camino! [ BakuTodo ]
Fiksi PenggemarPorque desde que Shoto llegó a la recta final de su embarazo, Katsuki se volvió paranoico.