Nuestra Casi Primera Vez | TAEKOOK [+ 18] Mini AU | Boypussy Jk

Capítulo 2

TAEKOOK +18

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"Nuestra Primera Casi Experiencia"

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☆《ONE SHOT》☆

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Allí estaba yo. Desnudo. A media cocina de mi casa. Sobando las tetitas de Jeongguk, la chica que hacía la limpieza... y que hacía pocos minutos me había visto desnudo, pajeándome viendo revistas de pornstar. Y la que después de salir "huyendo" de mi cuarto por haber entrado sin tocar la puerta, ahora me estaba dejando que le tocará los pechos y ella se restregaba las nalgas contra mi pija parada.

—Ahh—

—Eres más linda de cerca— le dije y ella sonrió.

Cuando metí mi nariz en su cuello y sentí su olor, delicado y a lavanda, me volví loco del placer. Definitivamente una mujer olía muy diferente a otras. Mis manos metidas bajo su brasier y tocando sus pechos y botoncitos femeninos. Estoy seguro que yo le jalaba muy duro los sus botoncitos, pero ella no se quejaba, al contrario, sus gemidos y suspiros crecían más y más. Y sus glúteos contra mi falo me volvían loco, aunque estuvieran bajo la tela de su falda.

Decidido y seguro de mi mismo toque encima de su ropa interior, era una braguita con encaje color negro.

Ella misma abrió su blusa, y yo le ayudé a quitarsela junto y su brasier, saqué sus pechos... y las vi más de cerca. Eran de buen tamaño, no tan grandes ni tan pequeños, eran firmes y su piel era suave y fina que hacían que tuviera la piel de gallina.

Yo era un manojo de nervios... y aunque no sabía lo que hacía, por falta de experiencia con una mujer, hice más o menos lo mismo que con Jimin.

La acaricié, le jalé los botoncitos (incluso sentí lo erectos que estaban y cuando los vi, me encantaron, ya les dije que eran rosaditos hermosos.

Jeongguk gemía más y más y empecé a sentir un aroma delicioso... y me di cuenta que ella estaba comenzando a sudar. Seguro por el placer y también por los nervios. Ese olor me volvió más loco de placer y sentí que hasta sus pechos se humedecían, pero también había ya otro olor en el aire... y aunque no tenía ninguna experiencia real, el nopor sí me había "enseñado" que las pusas se mojaban y que el olor era maravilloso... y yo estaba ansioso de sentirlo y comprobar por mí mismo, mi gran gusto por los olores sexuales. Yo quería y morí por poder mamar un buen coño por primera vez ... pero no por eso iría muy rápido. Quería disfrutar todo lo que pudiera... antes de que acabara. No fuera a ser que esa fuera la primera... y la única vez que lo haría con Jeongguk.

Como pude, después de admirar sus pechos, acerqué mi cara a uno de sus pechos y empecé a oler y a pasar mi cara sobre ellas... sentí lo húmedo de su sudor natural y el olor que sacaba era delicioso... y pronto mi lengua empezó a llenar de saliva esos pechitos.

Cuando llegué a su botoncito me lo metí en la boca, no podía creer lo duro que se sentía... no había ni comparación con los pezones diminutos de Jimin. Ni siquiera el aroma era igual.

Me puse a mamar, a chupar, a morder... y ella gemía más fuerte... y empecé a cambiar de pecho y de botoncito... y pronto sus pechos estaban empapados con mi saliva.

Mientras yo le mamaba las tetas, ella se desabrochó el botón de su falda. Ella ya estaba desnuda del torso frente a mí. Fue el primer momento en que nos vimos directo a los ojos... y no dijimos nada.

Ella definitivamente se estaba exhibiendo frente a mí... para mí. Era el más perfecto retrato de una mujer caliente que muestra con orgullo su cuerpo desnudo a su hombre. Me encantó su seguridad y al ver la mirada que tenía, casi de asustada.

Era una mirada de una mujer hirviendo y deseosa por tener sexo... por ser cogida. Y por supuesto que la princesa en ningún momento me había soltado la falo... y hasta se oía el ruido líquido de mi semen cuando lo regaba en mi falo y sobaba sus dedos por mi palo duro.

Definitivamente ella sabía que era la mujer más hermosa y perfecta y yo el adolescente inexperimentado, en ese momento ella tomó la iniciativa. Se separó de mí y como modelando, se quitó la falda mientras movía lento sus caderas hasta que la dejó caer al piso y la aventó con un pie. Quedó frente a mí, desnuda del pecho... y con sus braguitas que transparentaba su lindo coñito entre sus piernas y pubis. El olor a pusa se intensificó... y yo estaba como loco mi falo casi que se movía sola, con espasmos y gotas de precum salían y dejaban brillante mi glande. Yo estaba más caliente que nunca. Ni la mejor paja ni la mejor mamada de Jimin me habían calentado tanto como esta universitaria de 19 años.

Jeongguk se fue bajando lentamente la braga de encaje moviendo las cintura pequeña que tenía y pronto pude ver mi primera mujer desnuda real. Era bellísima, guapa, perfecta incluso más sexy que las modelos de las revistas, más candente que las actrices nopor, era una reliquia ver a esa hermosa mujer desnuda frente a mí.

Allí quedó desnuda. Ahora los dos estábamos en igualdad de condiciones. Y me di cuenta que ella, al igual que yo lo hacía con ella, miraba mi cuerpo desnudo, de arriba a abajo y me dijo:

—Para tener veinte años eres un un hombre muy inteligente y bueno— mordió su labio inferior —La tienes muy grande y gruesa, así como me gusta—

Movía con un dedo su cabello y movía su hermoso cuerpo.

—Me encantas— dijo sonriendo.

Le encantaba eso fue lo único que dijo porque ya no habló más. Simplemente se acercó a mí y nos abrazamos y frotamos nuestros cuerpos desnudos. Era una delicia lo que sentía en mi falo al rozar su piel desnuda... no tenía comparación alguna, especialmente porque los pechos de Jeongguk demostraban que era un cuerpo de una mujer que también estaba experimentado.

Sin decir nada, ella rompió el abrazo... y empezó a besar mi pecho. Me chupó y mordió los pezones y poco a poco siguió bajando por mi abdomen... y yo sentía sus labios y su lengua y lo mojado del rastro de saliva que estaba dejando en mi cuerpo. Y casi me hizo brincar cuando llegó a mi pubis y enterró su boquita en mi falo y pronto sentí cómo me la agarró y la dirigió con sus dedos hacia su cara... la olió y dándome besitos en la pija, abrió la boca y sacó la lengua y dijo:

—Soy mejor que esas tipas de tus revistas, ya lo verás—