"Aún no entiendo, por qué debo llevar este atuendo tan sospechoso" comento Naruto mirándose a un espejo, ya que tenía un sombrero, gafas oscuras y un abrigo.
"Lo hacemos para no llamar la atención" dijo Albus al niño quien se sacó el sombrero.
"Su abuelo, hizo que su apellido fuera temido por todos" menciono Peter quitándole el sombrero para ponerlo nuevamente en la cabeza del niño.
"El señor Peter tiene razón..." menciono Albus viendo como el niño se quería quitar el sombrero. "...Aunque las personas no te conocen, la gente adulta y los niños de esa epoca conocieron a tu abuelo"
"Y puedo suponer que mi abuelo, causó un trauma en ellos" dijo Naruto haciendo que el director asienta con la cabeza.
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"Esto es realmente increíble" menciono Naruto mirando varias tiendas del callejón diagon.
Actualmente los dos adultos y el niño se encontraban en la entrada del callejón diagon, varias personas que transitaban por ahí, observaban al director con admiración.
"Bienvenido al callejón diagon" hablo Albus viendo la felicidad del rubio.
A pesar que en el momento que se conocieron, el niño actuaba como alguien frío y calculador, sabía que en el fondo seguía siendo un niño amable y alegre.
"En ningún libro de mi abuelo menciona sobre este lugar, pero en los libros de Peter si" dijo Naruto con una sonrisa sin despegar su vista del lugar.
"Espere, ¿Dijo mis libros?" pregunto Peter mirando a su joven amo.
"Perdona por invadir tu privacidad, pero tenía que asegurarme que no te querías quedar con la fortuna de mi familia" comento Naruto encogiéndose de hombros.
"Pero como puede pensar eso, yo lo crié" dijo Peter haciendo que el rubio lo mire con una sonrisa nerviosa.
"Lo bueno de eso, es que no había nada sospechoso, pero si encontre varias revistas que debes esconder bien" dijo Naruto dando media vuelta, sin ver la cara vergonzosa de su fiel mayordomo.
"Dejando eso de lado, tenemos que ir a Gringotts" hablo Albus al rubio quien puso su mano en su mentón como si estuviera pensando.
"Si no me equivoco, es el banco de los magos" menciono Naruto mientras que el director asentía.
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Habían llegado a un edificio blanco como la nieve, que se alzaba sobre las pequeñas tiendas. Frente de las puertas de bronce pulido con uniforme carmesí y dorado habían dos duendes que estaban como guardias.
Subiendo por las escaleras de piedra blanca saludaron a los duendes, entrando por las puertas de bronce se encontraron con otras puertas dobles pero esta vez de plata con unas palabras grabadas encima de ellas.
'Entra desconocido, pero ten cuidado con lo que le espera al pecado de la codicia, porque aquellos que cogen, pero no se lo han ganado, deberán pagar en cambio mucho más, así que si buscas por debajo de nuestro suelo, un tesoro que nunca fue tuyo, ladrón, te lo advertimos, ten cuidado de encontrar algo más que un tesoro'
"Es muy largo, para dejar en claro que si robas algo, mueres" menciono Naruto leyendo las palabras grabadas.
Cruzaron las puertas plateadas, encontrando un amplio vestíbulo de mármol. Un centenar de duendes estaban sentados en altos taburetes, detrás de un largo mostrador, escribiendo en grandes libros de cuentas, pesando monedas en balanzas de cobre y examinando piedras.
Dumbledore los dirigió a un mostrador, que era el mostrador principal en todo el vestíbulo.
"Buenos días..." hablo Albus al duende que actualmente estaba desocupado. "...Venimos a sacar dinero de la caja de seguridad de los Grindelwald"
