Dulces mentiras, amargas verdades. [Michaeng]

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N.A: es de mi agrado decirles que esta parte termina en 10 capítulos más. 

[***]

La mirada divertida de Momo se posaba en Dahyun quien le hablaba al hámster que tenía en sus manos como si se tratara de un niño, se la veía hermosa con esa gorra azul puesta, lo único que no le gustaba eran los autógrafos estampados, porque la hacían revivir el mal sabor de boca. No se había arrepentido de llevarla a los entrenamientos de los Mets en su gira por Asia, de lo que si se había arrepentido irremediablemente fue de bajarla al campo para que conociera a los jugadores.

No podía soportar el ardor psicológico que se había instalado en la boca de su estómago, al verla a ella emocionada y rodeada de todos ellos, mientras estos le contaban algún chiste y le firmaban la gorra que le regaló el venezolano Johan Santana. Nunca en su vida había experimentado la obligación de sonreír, pero esta vez tuvo que hacerlo, cuando sus ganas no eran otras que llevársela de ese lugar.

-¿Crees que le guste mi habitación?- preguntó Dahyun sacándola de sus recuerdos.

-Bueno, si no le gusta a él, yo encantada me metería en esa jaula para estar en tu habitación.- le dijo tomándole un mechón de cabello entre los dedos.

-Cuando quieras puedes entrar a mi habitación.- la invitó guiñándole un ojo con picardía, pero al ver que la mirada contraria se hacía más intensa ante su comentario, decidió escapar de esa situación.-No podemos llamarlo hámster, debemos darle un nombre. ¿Cuál me sugieres?

-No sé, uno que te guste.- respondió ella sonriendo.

-¿Y si le coloco Momo?- acotó divertida, desviando la mirada al animal que caminaba de un lado al otro dentro de la jaula.

-Pero ya Momo se llama su novia señorita...- Momo se puso la mano en el mentón, intentando decidir cuál sería el mejor nombre para un ratón tan peludo, y ni por un instante fue consciente de como los ojos de Dahyun se habían abierto al escuchar sus últimas palabras, ni como brillaban justo en aquel momento.-Podrías llamarle Tyrion, como el diablillo, mira que es enano y rubio.

Dahyun se rio de buena gana.

-Tyrion, me gusta, seguro será tan inteligente y astuto como él.

Momo sin dudarlo acortó la distancia y muy cerca del rostro de la chica, perdiéndose en su mirada le regaló una sonrisa, para después besarla lenta pero sensualmente, convidando a su lengua a enredarse con la suya, a saborearla y simplemente disfrutar.

-Gracias Momo.- susurró ella contra sus labios.-Eres lo más bonito que me ha pasado, estoy muy feliz contigo y con mi Tyrion.- murmuró contra los labios de ella, estaba por regresar a beber el aliento y sabores de la boca de Momo cuando su móvil interrumpió con Carmina Burana.

El móvil de Dahyun repicó, se disculpó y se alejó un par de metros para atender la llamada. Momo frunció el ceño extrañado con que de pronto Carmina Burana operara como tono en su celular, ella contestó y se volvió en dirección entonces ella la hizo la hizo sonreír al dedicarle un puchero irresistible.

-Es mi papá.- musitó ella haciendo una mueca.

Momo tuvo que controlar la carcajada al saber que Dahyun tenía las llamadas de su padre con una de las bandas sonoras de una película de terror.

-¿Hola?- atendió con voz pausada.

-Dahyun, me dijiste que estarías con Chaeryoung. He llamado al celular de su madre y me ha dicho que no estás en su casa.- la voz de Kim Hyunbin parecía no admitir vacilaciones.

-Papá te dije que estaría con Chaeryoung, no con su madre... estamos haciendo un trabajo de investigación.- respondió con fastidio, ella sabía muy bien que Chaeryoung también estaba con su novia por lo que las dos se pusieron de acuerdo en elaborar la misma mentira.