Los Oc'S han protegido durante mucho tiempo a la Tierra de todo tipo de invasores alienígenas, caos e incluso de el mismísimo Ultra-Foust, siempre vigilando los cielos en busca de la próxima amenaza. Pero, ¿y si la amenaza ya estaba sobre la Tierra...
Un palacio donde era arropado con la luz, bañado en el amanecer, donde finalmente se vería a Charles despertando y levantándose de una cama matrimonial, de una enorme cama forjada como si fuera un Dios en seda, vestido con una bata blanca.
-Todo se acabó, gane -Susurro Charles-.
Charles se acercaría a una chica en blusa celeste, se acercaría a una hermosa Nekane.
-Ya no puedo soñar, pero si así lo hiciera, no puedo imaginar un sueño mas grande que el que he logrado -Afirmaba el Rey- pero hay una cosa que siempre desee y que aún no tengo -Advirtió la Bio-Arma-.
Lentamente la Bio-Arma se acerca a la Nekane reposando de rodillas, para agacharse y lentamente con pasión, morder su cuello.
-A ti -Susurro en el oído de la Omniversal la Bio-Arma-.
Charles clava sus colmillos en Nekane, mostrando cómo está disfrutaba de ello y como la piel de Nekane se fragmenta alrededor al tener los colmillos clavados.
-¿Es por eso que vienes? -Pregunto Charles-.
En la puerta de aquella romántica y hermosa habitación, se nos mostraría a una elfo dispuesta a confrontarlo, Cattleya.
-No, tú sabes a qué he venido -Dijo Cattleya invocando un cetro-.
-Lo se, me temo que eres tú quien no está segura -Advirtió la Bio-Arma-.
En un parpadeo Charles toma de la cintura a Cattleya, acercándola contra su cuerpo y apegando a la elfo contra el por completo, sosteniendo la muñeca izquierda de ella para que no pudiera mover su cetro.
-Oh... -Se sorprende Cattleya sin imponer resistencia-.
Lentamente la Bio-Arma acerca sus labios a ella, comenzando a besarla lentamente mientras el lugar brillaba en un aura azul, dejándose llevar por la pasión de el momento.
-Si, Edward, Si~ -Susurro la Elfo-.
-Como usted ordene, mi Reyna~ -Susurro la Bio-Arma-.
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Cattleya despierta despavorida y consternada totalmente por lo sucedido.
-¡"Gasp"! -Se ahoga en un jadeo de miedo-.
La elfo se tocaría su frente notando que estaba sudando, sin entender mucho lo sucedido.
-Maldicion, Yuuki, no sabía que también te habían traído aquí Kurai junto a Vic, ¿Porque no tocaste? -Pregunto la Elfo tocando el interruptor para encender la luz-.
La elfo mira horrorizada como su compañera, estaría calcinada por completo casi a punto de parecer, totalmente de color carbón.
