Evie
He aprendido a mirar por el ventanal y descifrar el clima, incluso me llamaría una experta en pronósticos.
Al mirar por este ventanal podía leer perfectamente el pronostico, se avecinaba una tormenta con rayos cuyo resplandor era etéreamente azul, cuyas probabilidades de salir ilesa eran demasiado bajas, de esas que arrasa con todo a su paso.
Me desperté sintiendo un par de brazos alrededor de mi cintura, me sostenían como si en algún momento fuera a huir, me aparté el cabello del rostro sintiendo el olor de Max.
-¿Sabes que tarareas mientras duermes?- escuché la voz del neerlandés cerca de mi oído. Había descubierto que eso solo sucedía cuando me sumergía demasiado en mis sueños, últimamente no había descansado lo suficiente para saberlo.
-Soy una cantante ¿Qué esperabas?- dije volteando para quedar frente a él.
-¿Acaso yo conduzco dormido?- hice una mueca como si estuviera pensando, en realidad ni siquiera era consciente de que alguien dormía a mi lado ¿Cómo iba a fijarme en eso?
-Lo averiguaré la próxima vez- bromeé haciendo que ambos soltáramos una risita.
-¿Dormiste bien?- asentí suavemente, le había contado a Max sobre mis problemas para dormir, pero no la parte que contiene la historia detrás de eso.
-Como un bebé, pero ahora muero de hambre- solté haciendo que el neerlandés riera moviendo la cabeza en negación.
-¿Donas y chocolate?- preguntó a lo que yo asentí.
-Por favor- solté con un tono de ruego aunque ya sabía que sería así, era parte de nuestra rutina.
-Entonces ve y vístete, nos vemos en el lobby en cinco minutos- sonreí cuando dejó un corto beso en mis labios y caminó hasta la puerta.
Solté un suspiro y me estiré en la cama, su olor estaba impregnado por todas las sabanas. Me senté en mi lugar mirando hacía mi vestido que estaba perfectamente doblado en la silla de mi tocador, eso definitivamente no estaba así anoche.
Tal vez Max despertó y se aburrió así que empezó a dar vueltas por mi habitación, era una imagen muy graciosa.
Me pasé las manos por el cabello tratando de acomodarlo, debía lavarlo pero hacía demasiado frio para eso. El sonido de mi celular me sacó de mis pensamientos, lo tomé de la mesita y respondí con una sonrisa.
-¡Maddy!- saludé a mi amiga, no habíamos tenido contacto desde que vine a París y debo decir que la extraño- Feliz año nuevo.
-¡Feliz año nuevo, Eve! ¿Cómo estás?- me salí de la cama para caminar al baño y lavarme los dientes.
-Estuvo genial, ayer fui a una fiesta y conocí a unos chicos super extraños, pero son muy agradables en realidad- llené el cepillo de dentífrico y empecé a lavarme mientras ella hablaba.
-Suenas muy animada, esos chicos definitivamente te cayeron bien...- hice un sonido de asentimiento mientras ella continuaba- A menos que haya otras cosas, claro.
-¿Otras cosas? No sé de que hablas- negué dejando el cepillo de dientes en su lugar, salí del baño y me senté sobre el tocador para tratar de desenredar mi cabello.
-Leigh me contó que hiciste un amigo, quiero saberlo todo- solté un jadeo indignada, a mi agente se le daba muy bien lo de ser espía de mi amiga y mi primo.
-Qué chismosa, no volveré a decirle nada- puse el teléfono en alta voz para poder peinarme cómodamente.
-Tendrá que enterarse cuando vaya corriendo a sacarte de ciertos líos.
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Eternal Sunshine|MV01
Fiksi PenggemarSomos instantes, pequeños residuos de algo que explota a miles de años luz. Una estrella, así es como él solía llamarme, una estrella torturada. Lo era al igual que él, estrellas torturadas obligadas a convertirse en un eterno resplandor. Nosotros...