Desiciones del corazon

498 44 9
                                    


NARRA JOE

Me desperté al escuchar el timbre. Confundido, miré a Sara, dormida entre mis brazos, y no pude evitar sonreír al verla tan tranquila. Le acaricié la mejilla suavemente antes de levantarme para atender la puerta. Todavía medio dormido, abrí y me encontré con Nick sosteniendo un ramo de rosas rojas. Al verme, perdió la sonrisa.

—¿Qué haces acá? —preguntó serio, mirándome de arriba a abajo. Fue entonces que noté que estaba en bóxer.

—Me quedé a dormir con Sara —respondí encogiéndome de hombros.

—Joe, ¿quién era? —dijo Sara, apareciendo detrás de mí con una bata corta sobre un vestido de seda. Cuando vio a Nick, sonrió ampliamente—. ¡Nick, hola! Pasa.

Nick entró, dándome una sonrisa tensa, y le extendió el ramo de rosas a Sara.

—Toma, son para vos.

—Gracias, Nick, no tendrías que haberte molestado —dijo ella, claramente emocionada.

—Esto es solo un poco de lo que se merece una princesa como vos —respondió él, mientras yo rodaba los ojos. Sara rió ligeramente.

—¿Quieren desayunar algo? Yo me voy a tomar unos mates. ¿Ustedes qué quieren? —preguntó ella, mirándonos.

—Lo mismo que vos —respondimos al unísono.

La vimos preparar todo, completamente confundidos con el proceso.

—¿Y nuestros vasos? —preguntamos al mismo tiempo. Ella rió divertida.

—Este es un mate. Se comparte, todos toman de acá, de la bombilla —dijo, explicándonos como si fuéramos niños. Luego tomó un sorbo—. Así se hace.

Me pasó el mate primero.

—Cuidado, está caliente —advirtió, pero ya había tomado un gran sorbo. Me quemé la lengua e hice una mueca de dolor.

—¿Estás bien? —preguntó rápidamente, acercándose preocupada.

—Sí, tranquila. Me lo mandé de golpe, nada más —respondí, sonriéndole. Luego le di otro sorbo, más despacio esta vez—. Me encanta. ¿Cómo no lo probé antes?

—Ahora es tu turno, Nick —dijo ella, pasándole el mate. Nick lo probó despacio, asintiendo.

—Está muy rico —dijo sonriendo.

—Sabía que les iba a gustar —respondió Sara, feliz—. ¿Me ayudan a hacer la valija después de terminar los mates?

Asentimos, pero en ese momento tocaron el timbre. Sara fue a abrir y regresó con una chica más grande que ella.

—Chicos, les presento a mi hermana, Lucrecia. Lucrecia, ellos son Nick y Joe.

—¡No lo puedo creer! ¿Son los Jonas, en tu departamento? —dijo Lucre, emocionada.

—Lucrecia... —la regañó Sara.

—Lo siento, es que soy su fan —se disculpó su hermana.

—Tranquila, no pasa nada —respondí, viendo cómo Sara suspiraba aliviada.

—Lucre, te llamé para avisarte que me voy esta noche con ellos de gira —dijo Sara.

—¿Podemos hablar a solas? —pidió Lucre, arrastrando a Sara hacia otra habitación.

Cuando se fueron, Nick me miró fijo.

—¿Qué pasó anoche? —preguntó.

—Nada importante —intenté evadir, pero él insistió.

El dia que enamore a mi idoloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora