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Este fue el plan perfecto que termino con lo que tuvimos,

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Este fue el plan perfecto que termino con lo que tuvimos,

este fue el final de una mentira,

y el final de todo.

Por qué el monstruo al que le temían finalmente había muerto.

Morte.

Sentía mi cuerpo quemar como si me encontrara en llamas.

En unas llamas que me consumían por dentro dándome a entender que ya no podría apagarlas, porque iba a Morir.

Después de tantos años buscándola finalmente la sentía cerca.

Y me dolía tanto, pero más me dolía estar siendo consumido por la traición, porque sentía que antes de quemarme mi corazón se había quebrantado en millones de pedacitos.

Había confiado en ella más que en mí mismo.

La había amado con todas las fuerzas de mi alma.

Y ahora ella era la que me había destruido.

Y tal vez siempre lo supe.

Sabía que ella era la única persona que terminaría conmigo, destruyéndome, porque la amaba tanto.

Y no existe peor cosa que ser destruido por eso que amas.

Ella todo este tiempo había sabido que aquella sustancia mortal estaba en su sistema, y no sabía cómo era posible.

Sabía que Walter tenía aun el antídoto, pero joder jamás llegue a pensar en esta astucia, lo creía perdida, durante años nunca me busco, el realmente nunca intento eliminarme.

Por qué ahora. Por qué dejo que sea feliz para luego arrebatármela, acaso ya no me habían hecho sufrir lo suficiente.

—Lo supiste todo este tiempo ¿no es así? —quise confirmar algo que sabía.

—Si —dijo sin tener una pisca de remordimiento en su voz, que me dé una señal que no era culpable.

Aun guardaba las esperanzas, pero ahora se habían muerto.

—Por qué Bridget... Yo te amaba.

—El amor es la peor debilidad de un ser humano, y cuando te acercas a él debes esperar en cualquier momento la destrucción de su parte.

—Confié en ti más que en mí mismo.

—Fue otro de tus grandes errores Morte, confiar y enamorarte de mí.

—Eres una maldita lo sabías.

—Soy una Jonhson, siempre le seré fiel a mi apellido. O no es lo que pensabas tú también.

—Siempre creí que eras diferente —solté una risa sarcástica sin fuerza.

Me sentía demasiado débil y en la agonía.

Tal como se sintieron ellos al morir.

Odiaba haber sido débil y no cumplir aquella promesa.

Había roto la más grandes de mis promesas por nada.

Por ella, por esa maldita perra traidora.

Debí haberla odiado, mas nunca amarla.

¿Por qué se me había hecho tan difícil matarla...?

Y aunque ahora pudiera no tendría las fuerzas para matarla, porque aun sabiendo lo que había hecho. Mi ser entero la seguía amando.

—Error, debiste haber dejado que los lobos me devoraran desde un principio, para que hicieran el trabajo por el que no tuviste los pantalones para hacerlo, pero ahí estabas segado por tu venganza, una muy patética venganza que ahora te llevo a esto. A terminar perdido POR MI.

—¿Y lo dices tú? —reí con sarcasmo —Un simple objeto de Walter Jonhson, la maquina encargada de destruirme —me miro con el ceño fruncido molesta —Al menos yo tenía el objetivo, y una verdadera razón para hacerlo, pero tú, tu solo eres un objeto que desechara cuando no lo necesite, porque es lo que hace un Jonhson, es lo que hace Walter Jonhson.

Esa fue lo último que pude decir antes de que mi cuerpo entero callera en la carretera en una agonía final.

Y mi último pensamiento fue los momentos junto a Bridget viendo como ella me había rescatado, me había sacado de ese profundo y oscuro pozo donde había caído, sin embargo, en el menos descuido me había vuelto a dejar caer, pero esta vez más rápido, más fuerte y con un muy doloroso golpe llevándome directo al lecho de mi muerte.

Y justo ahora podía afirmar que yo no morí cuando la anadarfora hizo el efecto.

Si no que había muerto en el momento exacto en el que me había dado cuenta que Bridget me había traicionado.

Y una última promesa si se había cumplido.

Yo si había caído a la oscuridad únicamente por ella.

Al menos una promesa si se cumplió...

El Plan PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora