CAPITULO 1

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Un lindo principio

El sol brilla e ilumina todas las hectáreas del bosque del distrito.
Estoy en la última rama de mi arbol. El más alto de todos. Lleno de ramas y hojas. El verde palpitante llena mi vista y calma mis miedos. Estamos en plena primavera.
La estacion en la cual puedo sentirme libre, llena de ganas de vida, pero siempre me lo perturban mis pesadillas. Y mi miedo por la cosecha. Es muy cansador hasta para mi. Aunque sea fría, dentro de mi, puedo reprimir y entrar a mi mundo, el cual esta lleno de ira y llanto. Todos por culpa de mis pesadillas que son que Joel Duert, el chico, el único al cual, confió en todo el distrito, me deje sola en este lugar ya que es en eso en lo que se convertiría este lugar al cual amo por su belleza, porque el lo completa.
Los sinsajos con su contó me hacen volver a el mundo real, el cual es tan duró y difícil. Bajo y al llegar al suelo, cojo mi mochila y mi hacha, la agarró del mango con mi mano derecha y con la izquierda me colocó la mi gorra. Y camino a mi ruta de talo. Al llegar unas dos o tres decenas de personas a lo largo del área están trabajando. Y hago lo mismo, hay un árbol marcado con una cinta azul mi color, todos los árboles que tengan ese color me corresponde talar.
Al llegar, escucho un ruido muy peculiar al cual le prestó toda mi atención, producía un: pissshh.
Y al ver de donde provenía pude ver que era Carmen, una prima a la cual estimó mucho, ya que me reemplaza en el trabajo en aquellos días que mis pesadillas no me dajan dormir y sesan cuando mi padre entra a consolar me, el es el único que me salva en mis noches realmente oscuras en esas que están a pocos días del terror de todos los lugares de PANEM excepto del capitolio para ellos la cosecha es el inició de un nuevo año de acción.
Carmen señala hacia delante unos tres o cuatro árboles más adelante que el mío. Y apuntó mi vista hacia donde ella apunta con su dedo. Y lo veo, el chico el cual me hace sentirme en casa cuando no estoy en ella, por que es en mi casa, en mi hogar donde me siento completamente a salvo entre los brazos de papá.
Pero Joel, es otra clase de proteccion, es quien reemplaza mis pesadillas por sueños, pero eso sólo ocurre después de unas semanas de realizarse la cosecha.
Y ahí esta, de pie con su acha, golpeando el tronco, sus brazos, esos brazos, los cuales su fuerza me llevan a su pecho, y me siento completa, me siento en un refugio, lleno de paz y amor.
Muero por sus abrazos, por su mirada, por su sonrisa, por su aroma, por.... muero por el.
Y al detallarlo bien, no me había fijado que estaba sin camisa, mis emociones y hormonas se dispararon al mil. Y una risa que provenía de Carmen me hizo pensar que me había sonrojado. Así que sacudí mi cabeza y respire hondo.
Como si nada hubiera pasado, y seguí con mi trabajo, pero aún seguía viendo esa imagen de su abnomen despojado de vestiduras y marcado por esas jornadas larvas y duras de trabajo.
Aquí cualquiera puede Tomás un hacha y trabajar, ya que el país entero necesita de la madera, y sin madera no hay prácticamente nada, ni papel, ni muebles, etc...
Yo empecé a trabajar luego de que papá el Sr. Masón le diagnosticaran una desviación en su columna, fue muy duró para la familia ya que papá era el principal apoyo económico de la familia y si el no trabajaba no habría dinero para comprar alimentos porque nos negábamos a pedir teselas, hubo un año en el cual tuve que pedir una teselas de más ya que mis padres sólo me permiten pedir una cada semestre del año. Fue el año en el que nació Jorge, hace ya 3 años. Cuando cumplí la edad necesaria para adquirir teselas, fue horrible tener casi 10 papeles en mi primer año. Pero lo hice por jorhe, y porque sabía que era lo correcto.
Cuán papá no pudo seguir trabajando mamá trató de buscar trabajo pero era inutil. Le cerraban la puerta en la cara y de había vuelto muy amargada y fria. Todo por el estrés de ver a su esposo y dos hijos muriendo de hambre.
Unos días después me encontre con Joel y hablamos de lo que acurria en casa, y me consoló y me propuso la idea de trabajar, pero debía asistir al colegio, pero recorde que en el distrito 7 se puede trajar medio año y otro medio año debia estudiar y se lo dije a mis padre y ellos me respondieron con un Noo!! Era muy peligroso pero no quedaba de otra y luego de unas semanas cuando la comida se agotó me dieron permiso. Y así es como trabajo desde hace años aqui. Y realmente me gusta.
Me distrae durante un muy largo rato. Y me fortalezco, para la vida y para... Para los malditos juegos.

La alarma suena y debemos salir del bosque, recojo mis cosas y camino hacia la salida que esta a casi un kilómetro desde donde nos encontramos. No doy ni diez pasos cuando Joel me toma por detrás y me abraza, su barbilla toca mi cuello y me hace reír, nos quedamos hay un rato hasta quedarnos solos.
Su piel sudada me rodea y su olor aunque deberia ser horrible no lo es, huele a pino fresco, y su aliento... eso si no huele bien.
Pero ignoró eso porque se que así lo quiero, su masculinidad me encanta, su fuerza, su cuerpo, todo es perfecto en el. Y me gusta.

Pero el segundo llamado de la alarma nos separa ya que nos castigaran por no salir del bosque, caminamos tomados de la mano, el sigue sin su camisa y sus bellos del pecho, lo hacen ver ya un hombre e aunque tenga diesiocho años, si ya se es su último año y mis pesadillas son de que la suerte lo abandone y me lo arrebate.
Casi llegamos y la tercera y última llamada suena.
Nos falta menos de 100 metros suficiente para llegar mientras esperan los 10 de esta alarma, ya que va disminuyendo cinco minutos desde el primer llamado (20 minutos) segundo (15 minutos)...

Vamos caminando y se detiene, hago lo mismo y me dice ven aquí y lo que hace me toma por sorpresa.
Me alza y me lleva a su espalda. Me carga y corre a la salida.

Después de terminar la jornada me lleva a casa a la cabaña que esta frente al parque abandonado, este sector del distrito lo llaman el Pinal.

Cuando decidimos despedirnos me toma las manos y me mira a los ojos, la luz de la sol poniéndose, lo hacen ver aún más perfecto. Coloca mis manos en su corazón y luego me lleva con sus manos desde mi espalda hasta su pecho mis mejillas quedan sobre mis manos y ahí siento sus latidos, fuertes y sanos llenos de adrenalina.

Me besa mi cabello y se desprende de mi.

Al voltear la esquina se que me siento sola y corro a la puerta de mi casa, y veo a papá sentado en su sofá y me recuesto a su lado. Paz es que siento.

LOS JUEGOS DE MASONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora