𝙵𝚘𝚛𝚋𝚒𝚍𝚍𝚎𝚗 𝙻𝚘𝚟𝚎 || (𝐭𝐨𝐥𝐥)

𝟿

Desperté sin muchos ánimos después de lo de anoche pero aún así me levanté. Por fin era viernes y tendría todo el fin de semana para encerrarme en mi habitación y lamentarme por mis desgracias amorosas.

-Si no te conociera diría que estás planeando un tiroteo en la universidad- apareció mi mejor amigo a un lado de mi mientras sacaba algunos libros que necesitaría de mi taquilla.
-Cállate- dije sin mirarlo.
-¿Que te pasa?- preguntó cruzándose de brazos en la taquilla de a lado.
-Tom, eso me pasa- cerré mi taquilla y suspire frustrado- me ha estado mintiendo Georg- solté triste y comenzamos a caminar.

Le conté lo sucedido la noche anterior y solo me escuchaba atentamente. Termine de hablar y se quedó callado unos segundos.

-Pero dime algo, maldito- le dije moviéndolo efusivamente del brazo.
-Bill, escucha...- se rasco la nuca nervioso- no me odies por esto por favor, pero creí que yo no era el indicado para contártelo- mi corazón dio un  revuelco al escuchar sus palabras- la semana pasada justamente vi a Tom con una chica rubia, supongo la misma, en la plaza caminando tomados de la mano- en ese momento me sentía muy imbecil- y no es por meter cizaña amigo, pero créeme que Tom no se veía nada incómodo con ella, al contrario...- lo interrumpí.
-Ya ya... no quiero escuchar más Georg- estaba molesto por todo esto, me sentía un completo idiota, pero claro ¿por qué Tom se arriesgaría a tener algo conmigo?- me iré a casa, me siento de la mierda- dije poniéndome de pie y colgando mi mochila en mi hombro. Aún quedaban 10 minutos antes de que empezaran las clases y Tom aún no llegaba así que era una ventaja para mi.
-Pero... dijiste que hoy tenías que presentar...- lo interrumpí.
-Ya veré que le invento a mi tutora- me di media vuelta y vi a Tom y a Gustav entrando a la cafetería.

-Bill... ¡Bill!- escuché a Georg llamándome mientras me alejaba.

Pase a lado de Tom y roce su hombro pero alcanzó a tomarme de la muñeca.

-Necesitamos hablar...- lo mire y después desvíe mi mirada a mi muñeca y su mano apretándola.
-Iré con Georg- dijo Gustav y rápidamente se fue a donde mi mejor amigo.
-Suéltame- dije mirándolo seriamente.
-No hasta que hablemos- dijo serio.
-No quiero que hablemos, suéltame- me aparte bruscamente de su agarre y comencé a caminar.
-Carajo...- escuché el tono molesto de Tom antes de empezar a seguirme- Bill...- decía detrás de mi- detente... ¡Bill!- salimos de la universidad y me gire hacia él.
-¡¿Qué?!- le grite llamando la atención de algunos que iban llegando y Tom los miraba y se acercaba a mi.
-Solo... escúchame por favor- me cruce de brazos y desvíe mi mirada.
-Tienes dos minutos y llevas 10 segundos- Tom me tomo de mi antebrazo y me arrastro al estacionamiento- ¿que haces? ¡A este paso me dejarás sin brazo!- me solté bruscamente de él y seguí caminando a su lado.

Llegamos a su auto y abrió la puerta del copiloto para que entrara pero me cruce de brazos y me quede parado en mi lugar.

-Bill... por favor- dijo frustrado.
-Ah si, olvidaba que no quieres que te vean conmigo pero si con Sydney ¿no?- Tom se froto su tabique frustrado e hizo algo que no me esperaba. Se acercó a mi y me tomo de las piernas colgándome en su hombro y metiéndome a su auto- ¡¿Estás loco Tom Ka...?!- antes de que terminara cerró la puerta de su auto y se apresuró a entrar él para después poner los seguros.
-No vas a salir de aquí hasta que me escuches y punto- me miro fijamente y con una mirada que nunca me había mostrado, me quede quieto en mi lugar y arranco saliendo de la universidad.

Antes de llegar a mi casa se detuvo, unas tres calles atrás y suspiró mientras me cruzaba de brazos y seguía mirando por la ventana.

-Bill...- dijo en tono cansado.
-¿Que?- dije seco.
-Mirame- dijo serio y no lo mire- Bill... por favor- suspire y gire mi cabeza hacia él.
-¿Que quieres Tom?- solté con irritación- no necesito explicaciones, no te las estoy pidiendo- le dije con tono molesto mirándolo fijamente.
-Pero quiero explicarte, por favor... solo escúchame Bill...- me mordí mi labio inferior y descruce mis brazos.
-Bien...- Tom suspiró y miró al frente.
-Se que te mentí...- solté una risa nasal irónica- pero no fue porque quisiera...- desvíe mi mirada- mis padres creen que estoy con Sydney y al menos así pude quitármelos de encima...- tomó aire y siguió- Bill... mis padres comenzaban a sospechar de nosotros y cuando Sydney regresó, sus dudas desaparecieron...- se acercó a mi y tomó mis manos- créeme, yo no quiero estar con ella pero... solo así mis padres dejaron de sospechar- mordí mi mejilla internamente y solté su agarre.
-¿Desde cuando empezaron a sospechar?- pregunté.
-Desde que regresamos de Los Cabos, pasaba mucho tiempo en tu casa y todo detonó cuando nos fuimos a la casa de campo...- desvíe mi mirada y suspire.
-Y por eso sales con ella a la plaza y todo ¿no?- me miro sin entender- Georg te vio la semana pasada Tom...- solté con ironía.
-Bill... mírame- me tomo de la mejilla y me giró hacia él- te juro, te prometo que estoy buscando la manera de decirle a mis padres que te amo...- me sorprendí, nunca espere que lo diría- de decirles que quiero estar contigo, carajo Bill... ya se lo conté a Gustav y se alegró, él... él también nos apoya- sonreí amargamente- Sydney... ella no me hace sentir ni la mitad de lo que tú me haces sentir- se acercó más a mi.
-¿Te acostaste con ella?- solté sin pensarlo.
-¡No! Claro que no lo haría...- me miro fijamente a los ojos mientras me acariciaba la mejilla- jamás te haría algo así cariño... - y con eso desistí. Le creí, lo perdone.
-Prométeme que no me lastimarás Tom... prométeme que no harás nada con ella- dije pegando mi frente con la suya y él asentía seguidas veces.
-Te lo prometí una vez, te lo vuelvo a prometer Bill... no te lastimare y mucho menos haré algo con ella... te amo ¿ok? tu eres a quien quiero- sonreí y lo tome del rostro.
-Yo también te amo...- roce sus labios y lo bese... mi corazón me decía que confiara en él pero mi mente sabía que no debía, que algo pasaría pero en ese momento mi corazón pudo más que mi mente...

Habían pasado dos semanas desde la vez que solucione las cosas con Tom y Georg seguía insistiendo que no era bueno que le diera los derechos de novio cuando ni siquiera me había pedido que lo fuéramos. Se que habíamos estipulado que él me lo pediría pero, también sabía que por sus padres, más que nada su padre, era difícil y no quería meterlo en problemas, lo quería, lo amaba... desde ese día que me dijo que me amaba no podía dejar de pensar en esa palabra... porque yo realmente lo sentía.

-Hola guapo- dije mientras me acercaba a él en el estacionamiento y rodeaba su cuello y él mi cintura. No había nadie al rededor, nos habíamos cerciorado de eso, cuando vimos que no había nadie más nos acercamos de esa manera.
-Hola preciosura- me pego más a él y me beso los labios.

Habíamos estado bien, en el colegio nos mirábamos y nos sonreíamos. De vez en cuando nos escapabamos a los baños y nos besábamos, dejo de ver a Sydney y volvió a ir a mi casa por las tardes... aún sin saber cómo enfrentarse a su padre, pero seguía conmigo y Sydney no tenía importancia en la vida de mi Tom...

-¿Quieres ir a comer a algún lado?- dijo aún cerca de mi y me sorprendí.
-¿De verdad?- pregunté con sorpresa.
-Claro, así que ¿a donde quiere ir mi novio?- le sonreí con extrañeza.
-¿Tu... novio?- él me sonrió mordiéndose su labio inferior.
-Lo serás muy pronto...- no me dejo responder y me jalo para llevarme a la puerta del copiloto, la abrió y me subí sin decir nada.

Ni siquiera le dije a donde quería ir, él me llevó a un restaurante muy bonito, un poco lejos pero era lindo. Al entrar había muy poca gente y nuestra mesa estaba en la terraza.

Al sentarnos llegó un mesero muy amable y nos dejó las cartas, después de unos minutos ordenamos y yo mire a mi izquierda. La vista era muy linda y la compañía lo era aún más.

-¿Te gusta?- me preguntó Tom tomando mi mano, lo mire y le sonreí.
-Es muy lindo Tom- él apretó mi mano y después de unos minutos llegó nuestra orden.

Comimos tranquilos, hablábamos de muchas cosas y pensé "Hace mucho que no me la pasaba así con él" en ese momento confié tanto en sus palabras...

Él ya no quería a Sydney, no estaba interesado en ella, me quería a mi... me amaba a mi...

-Pero te tengo una sorpresa- dijo sonriendo mientras comíamos el postre, levantó la mano y un mesero se acercó con un plato cubierto- espero te guste- dijo Tom, y el mesero puso el plato frente a mi mientras yo apartaba mi postre- mira lo que hay ahí...- dijo Tom poniendo su puño en su boca y sonriendo.

Destape el plato que me había dejado el mesero y en realidad no era un plato, era una tabla blanca cubierta de pétalos rojos, los quite uno a uno mientras se formaba la frase "¿Puedo ser tu novio?"en cuanto descubrí la frase me tape la boca con una mano y mire a Tom quien me miraba impaciente, le sonreí con los ojos llorosos y empecé a asentir frenéticamente.

-¿Si puedo?- me preguntó.
-Si, joder claro que si Tom- se puso de pie y yo también, entonces escuchamos que nos aplaudían mientras me abrazaba fuertemente y yo a él.
-A partir de ahora todo será diferente mi vida... te lo prometo- me dijo mirándome a los ojos y muy cerca de mis labios, le sonreí y me beso.

Si tan solo hubiéramos sabido que nos habían seguido, las cosas habrían sido y terminado de diferente manera, pero claro... por la felicidad que sentíamos en ese momento o al menos yo, no me percaté que alguien más estaba mirándonos desde una esquina...