POV VIOLETA
Dos semanas después
La relación entre Chiara y Violeta seguía siendo complicada, no habían vuelto a tocar el tema de lo ocurrido en el hotel y las dos actuaban como si nada hubiera pasado, pero se podría sentir el nerviosismo de ambas con cualquier contacto o mirada. Violeta había empezado su tour por Europa y Chiara había viajado junto con Ruslana y Martín a Florida para trabajar con un nuevo productor musical, por lo que, aunque sus horarios no eran compatibles, se hacían una llamada diaria a excepción de los viernes y sábados, que eran los días en que Violeta tenía sus shows.
Violeta se encontraba en su camerino antes del show, su abridora ya estaba en el escenario. No la conocía de mucho, la había elegido para los shows de Europa como favor a Paul y a Universal, la chica era talentosa y eso era suficiente para apoyarla. El celular de Violeta marcaba dos notificaciones, la chica decidió abrirlas.
Chiara
Sé que no podemos hablar hoy.
Solo quería desearte mucha suerte.
La pelirroja sonrió al leer aquellos mensajes. No lograba entender cómo aquella chica podía ser tan encantadora.
– ¿Lista, Vi? – dijo Rod avisando a Violeta sobre su salida al escenario.
– Sí, en un momento salgo. – Violeta se paró y tomó unos cuantos tragos de agua mientras observaba su reflejo en el espejo.
Violeta caminó hacia backstage viendo los últimos segundos de la presentación de Naiara, su abridora. Naiara finalizó y corrió a abrazarla.
– Fue increíble. – Naiara no podía dejar de sonreír.
Violeta la abrazó aún más fuerte y salió al escenario. El público gritaba con emoción, ella sonreía ante aquella imagen, le encantaba. Era muy fuerte pensar cómo en poco tiempo había logrado tanto, y estaba muy agradecida por ello. La luz cambió, Violeta caminó hacia el sofá que se encontraba en medio del escenario, los bailarines se posicionaron alrededor de ella. Un reflector se posó sobre ella y comenzó a cantar.
Luces pasan a toda velocidad
Ruido blanco se cuela en cada calá'
Miro al cielo y me devuelve la mirá'
POV CHIARA
Ya eran altas horas de la madrugada y Chiara seguía en el estudio, Martin y Ruslana dormían en los sillones mientras ella tarareaba.
Sabes que yo hablo de ti
Como si fueras mi amiga
Pero las dos sabemos
Que eso no es así
Chiara anotaba en su libreta las ideas. Estaba cansada, pero tenía tantas cosas en la cabeza que no podía dormir. Tenía que aprovechar el gran estudio que le habían conseguido. Era una de las cosas que siempre había querido hacer y lo estaba consiguiendo, pero le faltaba algo.
Quiero que sepas que me desconcentras
Y solo quiero un poquito más
Lo ves mis labios saben tus secretos
Ruslana había despertado y escuchaba a Chiara componer.
– Deberías descansar. – sugirió Ruslana