Malas noticias

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Luego de una noche con Nathaniel, volvimos al castillo, apenas llegamos rosa se fue a jugar con Jonh, yo por otro lado me fui a dormir, estaba algo cansada, Nathaniel no se acostó conmigo, por lo que me tomo un tiempo pero pude dormir algo, luego de unas horas, me levanté, podía escuchar como Nathaniel estaba en su máquina de escribir, me acerqué a él, me pare detrás de el y lo envolví en mis brazos y le di un beso en el cuello.

—¿Que escribes?

Pregunte, Nathaniel ni me miró, solo se quedó pensando un segundo.

—Una novela.

Ante su respuesta me quedé algo sorprendida.

—¿No sabía que escribías novelas?

—Hay muchas cosas que no sabes de mí.

Responde mientras me mira a los ojos, Nathaniel saco unos documento de uno de sus cajones, uno de ellos estaba en negro y el otro en blanco.

—Lisi, no hay forma fácil de decir esto, así que seré breve.

Dijo poniendo su mano en el documento en blanco, señaló el sillón frente a el para que me sentara, apenas me senté, me acerco un vaso con agua.

—Tu padre era leñador, que fue arrestado por abuso de menores.

Ante sus palabras quedé en shock, no podía decir nada, era como si mis palabras no quisieran salir de mi boca.

—Uno de esos abusos fue a tu madre, una joven de 15 años, que luego del embarazo te dio en adopción a un orfanato.

¿Adopción?¿Por qué lo hizo?¿No podía cuidarme?¿ O solo no me quiso?, miles de preguntas pasaban por mí cabeza, tomé un poco de agua para aclarar mí garganta mientras las lágrimas caían de mis ojos, el dolor que sentía era como un puntazo directo a mí corazón y cuello.

—Ella...ella donde está.

Ante mí pregunta Nathaniel tardo en responder.

—Murio.

Su respuesta quebró mí voz, me sentía sola y abandonada, un dolor recorría todo mí cuerpo.

—¿Y mí padre?

Pregunto mientras me secaba las lágrimas de los ojos, tomé otro poco de agua.

—En prisión.

Mientras guardaba el documento en negro.

—¿Que le pasó?

Nathaniel me miró fijamente a los ojos.

—¿Pago por lo que le hizo al menos?

Pregunto con algo de furia en mí tono, no podía creerlo, todo este tiempo pensé que me habían dejado o abandonado, pero resulta que fui el resultado de un abuso hecho por mí propio padre, Nathaniel aún no respondía mí pregunta, quiera que me dijera que si, que ese maldito bastardo tuvo su merecido.

—Lisi no hace falta saber lo que paso con el.

Una sonrisa de dolor se formó en mí cara ante su respuesta.

—Si necesito saber que fue lo que le pasó, toda mí vida eh sido nada más que carne para los hombres y no hubo una noche en la que no soñara con verlos morir y ahora que mí padre es uno de esos hombres, quiero saber si también sufrió el mismo destino.

—Lisi entiendo que...

—Entiendes que, tu que sabes de qué tu usen, de que te toquen como un objeto, tu no sabes por todo lo que pase, las veces queme obligaron a chupar sus vergas horribles, me marcaron como una vaca, como si solo fuera un animal indefenso, tu no sabes nada de eso.

CONTRATODonde viven las historias. Descúbrelo ahora