Los siguientes días transcurrieron casi desapercibidos, llenos de momentos buenos y algunos un poco rotos, pero a pesar de todo, los nuevos recuerdos gradualmente superaban a los antiguos.
El fin de semana llegó, y con él, el festival de música. Tratando de hacer algo lindo por Camilla, me vestí de chica tal como lo sugirió.
Pero a medida que la sonrisa en su rostro se desvanecía, el remordimiento me invadió.
—Olvídalo —sentenció mientras cerraba la puerta del departamento en mi cara.
—¡Pero tú dijiste que era la única forma en que me acompañarías al festival! —protesté, intentando bloquear la puerta.
—Dominick, es obvio que no lo decía en serio. Ve a cambiarte —respondió.
Me sentí abrumado y sin saber cómo reaccionar. El reloj avanzaba y el tiempo se desvanecía rápidamente. Faltaban quince minutos para que comenzara el festival, y la conductora del taxi se asomaba por la ventana, impaciente.
En medio de ese caos, las voces de los padres de Camilla se alzaron en preocupación.
—¿Todo está bien? —inquirieron desde la otra habitación.
—¡Todo está bien, no se preocupen!
Pero sus padres, obstinados en su preocupación, no cedieron fácilmente. Sus voces se alzaban en una cacofonía discordante, mientras ella suplicaba que me marchara.
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Una primavera llamada Asher
Ficção AdolescenteEn el mundo de Dominick Decker, la marca de flor con la que se nace lo es todo, por lo que él, siendo un desmarcado no puede más que sentirse excluido, al fin y al cabo, la popularidad y el valor están definidos por aquello que no tiene. Con la ment...