LOVE IN HELL~Angel Dust × OC

01. EL ANUNCIO DE ALASTOR

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CASSANDRA MORNINGSTAR

—Érase una vez, una ciudad resplandeciente protegida por puertas doradas llamada "El Cielo", gobernada por seres de pura luz.

—Esos hijos de puta

—¡Cassie!

—Perdón, perdón...Continúa.

—Lucifer era uno de los ángeles de allí. Era un soñador pero los creadores lo veían como un alterador y creían que era peligroso.

—Todo lo que se sale de sus estúpidas reglas es peligroso, joder.

—Cassie...

—Que sí. Los creadores crearon a Adán y a Lilith del polvo de la tierra, los primeros humanos, pero el imbécil de Adán exigió el control y "Lilith" se negó, obviamente. Huyó del Jardín. Lucifer la encontró y los dos locos se juntaron...

—Ya sigo yo, no puedes ponerle palabrotas.

—¿Por qué no?

—¡Porque no! Los dos soñadores se enamoraron. Quisieron darle libertad a la humanidad dando el fruto del conocimiento a Eva, la nueva mujer, que aceptó encantada, pero traía una maldición.

—Ahí se jodió todo.

—Sí, con esto el mal se abrió paso en la Tierra y, con él, un nuevo reino de oscuridad y pecado. Y el orden que el Cielo había trabajado por mantener, se rompió.

—Que se jodan, por controladores.

—Cassie, ¿no tienes que ir a beber con Angel?

—Ya iré luego, Charlie.

—De acuerdo...Como castigo por su imprudente acto, el Cielo arrojó a Lucifer y a su amada al oscuro pozo que había creado, sin permitirle ver nunca el bien de la humanidad, solo lo cruel y lo malvado.

—¿Acaso tienen algo bueno?

—Una más y te vas.

—Agh, vale...

—Lucifer dejó de ser un soñador pero Lilith prosperó y se hizo más poderosa. El cielo se sintió amenazado por esto y tomó una decisión desgarradora: cada año enviaría un ejército de exterminadores para que el Infierno y sus pecadores nunca se alzaron contra ellos.

—Eso no es muy propio de "ángeles"

—Pero Lilith no perdió la esperanza y su sueño fue transmitido a sus preciosas hijas, las Princesas del infierno.

—Sonamos muy guay.

—Pues la verdad es que sí—asintió Charlie cerrando el libro de la historia del Infierno y agarré la llave—Tranquila, mamá, te haremos sentir orgullosa

—Seguro que lo haremos—afirmé, tocándole el hombro cuando ví que miraba por la ventana hacia el desastre que había dejado el más reciente exterminio

—¿Charlie?¿Cass?—me giré velozmente con las manos en alto al sobresaltarme

Bajé las manos al ver que era Vaggie, la novia de mi melliza y amiga mía.