#10. Lujuria (+18)

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~Narra Dalia (Horas antes)~

James me mandó a la habitación después de gritarle a la inútil de Minnie.
La verdad, lo hice porque debo defender lo que va a ser mío.

Mis planes están por ponerse en marcha.

Algunos minutos después, llegó James a la habitación. Yo estaba sentada en la esquina de la cama mirando mi celular.

– Hola mi rey. -dije al verlo entrar-

– ¿Por qué lo hiciste? -me miró serio-

– Porque no me pareció que estuviera abrazandote. Tú eres mío ya te lo e dicho. -suspiré-

– Pero no es motivo por el que debas enojarte. Solo la felicite por su cumpleaños número 18, fue todo. -tomo mis mejillas en sus manos-

– Esta bien. Confío en ti. -puse mis manos alrededor de su cuello-

– Y yo en ti. -se acerco más-

Estábamos a centímetros.

No perdí tiempo y lo bese.
James, colocó sus manos en mi cintura y sentía que las apretaba. El beso era apasionado, como si nos necesitáramos uno del otro. Que ingenuo es.

Bajo hasta mi cuello, dejando besos húmedos en el.

La tensión crecía con cada beso que él dejaba. Comenzaron a salir pequeños suspiros de mi boca. En ese tiempo, yo comencé a desabotonar su playera, dejándolo sin su prenda superior.
Seguí con su cinturón y me percaté del gran bulto en su pantalón, a lo que sonreí picaramente.

Levantó mi vestido hasta la cintura, me aleje para que pudiera deshacerse de el completamente dejándome en ropa interior. Mi ropa interna era de color blanca.

Volví a colocar mis manos en su cuello y mis piernas alrededor de su cintura. Me dejó en la cama lentamente sin dejar de besarme, se detuvo y se deshizo de sus vaqueros color negros de vestir, quedando así, en bóxer.

Que buena vista tengo. Ojalá viera la estúpida de Minnie.

Volvió a besarme, pero esta vez con más pasión, se dio la vuelta y ahora yo estaba arriba de él, con una de sus manos desabrocho mi sostén, dejando mis pechos fuera. Me sorprende. Nos separamos unos cuantos segundos por falta de aire.

De un segundo a otro, estaba debajo de él nuevamente. Me miró y bajo a mis pechos colocando uno en su boca. Comenzó a jugar con el y así con el otro.

Tiene que ser parejo, claro.

Después de algunos cuantos minutos subió hasta mi oído.

– Te haré mía. -dijo con voz ronca-

– Estoy esperándolo. -dije un poco agitada-

Me dio un corto beso y bajo hasta mis bragas. Dejó cortos besos en mis piernas hasta llegar al centro quitando mi ropa interior.
Con una de sus manos, comenzó a sobar mi clítoris, haciendo que salgan pequeños gemidos.

– Estas mojada. -sonrió-

No pude decir nada, pues metió dos de sus dedos en mi. Sus movimientos eran lentos y después comenzaron a ser más rápidos, no dejaba de gemir, pues la sensación era estimulante.

Saco sus dedos y quito su bóxer. Su pene estaba erecto. Les diría como es, pero se me emocionan. Hizo una seña de que me acercara a él y así lo hice.

– Abre. -me miro fijamente-

Hice caso a las palabras de este y comenzó a pasarlo por mi boca. Fuck, es enorme.

Mi Biker MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora