Amy Rose: La Tormenta Pasará [Versión 2024]

Prologo

Dicen que los problemas son pasajeros, como los amores de la adolescencia, solo son por momentos en los cuales la pasarás mal, pero al final de todo volverás a sonreír y olvidarte de lo sucedido, y todo se convertirá en un mal recuerdo, o talvez. sea ​​una anécdota de la cual te reirás en un futuro.

Pero ¿Qué pasa cuando acumulas los pequeños problemas de tu vida? Se forma un nudo, que ira creciendo en tu corazón y en tu vida, se formará una carga aún más pesada en tu espalda, y sin darte cuenta, todo será una tormenta en tu vida y todo, solo por "guardar".

Esto le podría llegar a pasar a cualquiera, incluso a aquella persona que ves siempre sonriendo, aquella donde su sola presencia ilumina el lugar, da un cálido abrazo que todo el mundo anhela tener, esa persona puede ser aquella que cargue una enorme carga solo para seguir siendo la "luz del lugar"

Amy Rose, una joven eriza de pelaje color rosa, tenía una sonrisa encantadora y llena de inocencia. Sus ojos que muestran un brillo tan encantador, que hay que tener cuidado al verlos, porque puedes caer en la belleza de sus ojos y puedes quedarte hipnotizado al ver como reflejar las mejores emociones de ella, un alma pura que no importa si eres hombre o Mujer, podrías caer rendido a sus pies sin darte cuenta. Con una sola sonrisa donde todo el mundo deja encantado, deja ver su mejor fase de ella, una sonrisa que brinda confianza y seguridad, tan tranquila, una sonrisa que enamora. Una sonrisa que siempre va seguida de una risa tan linda, tan risueña, una risa que da el perfecto toque de inocencia en su rostro, aquella risa tan contagiosa que es casi imposible no verla y no sonreír o reír junto con ella.

Pero nadie pensaría lo que su bella sonrisa escondería los peores lamentos que escucharían, que su risa ahogaría sus gritos de desesperación por ser escuchados, sus ojos llenos de vida, esconderían las millas de lágrimas que derramarían ante su vida.

Nadie esperaría ver a Amy Rose escondida en su habitación, llorando a yeguas, esperando a que alguien, cualquier persona, no importa quien, pudiera aparecer para consolarla y decirle que todo estará bien, que siempre podrá contar con su ayuda y será su pañuelo de lágrimas en los momentos más oscuros de su vida.

El día de hoy, es especial para nuestra querida Amy, ya que se cumplen 12 años desde que fue rescatada por Metal Sonic, para ella ha sido un día inolvidable, aún recuerda cuando tenía 6 años, y su dulce y amado erizo fue a rescatarla. , aquel día él se convirtió en su héroe.

Y aun que, para muchos, una sola acción no puede volver a alguien un héroe eterno, debemos recordar que luego Amy se volvió la principal víctima de secuestros, para llamar la atención de Sonic, todo enemigo siempre la secuestraba, ella nunca conto lo que Pasaba en cada secuestro, cada vez que le preguntaban respondía "Nada nuevo, lo mismo de siempre" y mostraba una cálida sonrisa frente a sus a amigos.

- ¡Sorpresa! -grito frente a su amado, enseñando un picnic que había preparado para su amado- Prepare todo lo que te gusta, y logre hacer un pastel con sabor a...

- ¿Para esto me llamaste? -interrumpió abruptamente el erizo cobalto-

- Bueno si... -jugo con sus dedos- es que ya sabes que día es, hoy se cumplen 12 años desde que

- ¿Aún sigues con eso? Amy -la agarro de los hombros- 12 años -la sacudió- ¡12 años! Y no puedes olvidarlo -sin darte cuenta el erizo comenzó a apretar cada ves más fuerte sus hombros- ya no somos niños, tengo 21 años, y tu 18, debes dejar ir el pasado -la soltó con tal fuerza que la eriza rosada se cayó - Ese estúpido amor que tienes, ¡No! Esa obsesión insana que gritas a todo el mundo, debes dejarlo Amy -la apunto sin mirarla- esto no puede seguir así.

- Lo siento, yo no quería hacerte enojar, solo quería pasar un poco de tiempo contigo -respondió mientras tragaba grueso, impidiendo soltar aquel nudo que se le formaba en la garganta- pero no digas que deje de amarte, no puedo hacer algo así - se levantó tratando de acercarse al erizo-

- ¿Amarme? -pregunto incrédulo- ¿Acaso sabes lo que es amar? -esto -apunto al picnic- no es amor, es obsesión, tienes ese estúpido sentimiento desde que te conozco y debes acabar -se acercó al picnic-

- ¿Qué vas a ha -no logro terminar haces de ver como el erizo pisaba el pastel que le había preparado-

- Me asegurare de que dejes ese estúpido sentimiento, ya sea por las buenas -volvió a aplastar la canasta donde había más comida- o por las malas

Las palabras se quedaban cortas ante lo que veía nuestra eriza rosada, vio como todo su trabajo hecho con amor y esfuerzo era destrozado por su amado, debido al miedo, todo su cuerpo comenzó a temblar, las lágrimas salían por si solas, y su cuerpo. Reacciono por si solo, fue corriendo donde el erizo cobalto, tratando de que dejara de destruir lo poco que quedaba de su picnic.

- ¡Suéltame! - grito el erizo- dije que me soltarás -empujo con fuerza a la eriza tirándola nuevamente al suelo- ¿Ves lo que provoca? –se le acerco el agarro de los brazos y la levanto con fuerza- Todo esto no pasaría si dejarás tus tonterías -la agito como su fuera una muñeca de trapo, la única reacción de la eriza rosada fue chillar de dolor- ¡Cállate! -y la soltó, para volver a pisar el último postre que quedaba- Espero que con esto entiendas -la dejo en el suelo, y tiro de un brazo de ella para acercarla más, al punto que podía sentir su respiración- que ¡Yo! No te amo, ni hoy, ni mañana ¡ni nunca! -grito en su oreja-

- ¡cállate, no quiero escucharte! -grito tratando de soltarse- Eres un imbécil -murmuro lo suficientemente fuerte como para que el escuchará-

- ¿Eres un imbécil? Te recuerdo que no fui yo, quien persiguió al "amor de su vida" cuando siempre le repitió que no lo amaba-

Junto toda la fuerza que le quedaba y logro soltarse del agarre del cobalto, apenas sintió su brazo ser libre, salió corriendo a todo lo que le daban sus piernas.