En el tranquilo pueblo de Arroyo Verde, durante esos días tranquilos caminando
entre campos de maíz y calles oscuras, las cosas empezaron a cambiar. Todo
empezó cuando desapareció el gato del alcalde, un gatito gris llamado Mochi que
deambulaba por las calles con su adorable comportamiento. Al principio, los
aldeanos pensaron que simplemente habían desaparecido en los campos, pero el
miedo se apoderó de la aldea cuando algunos animales comenzaron a
desaparecer sin ser detectados. La noticia corrió como la pólvora entre los vecinos
y la gente especulaba desenfrenadamente sobre lo que estaba pasando. Algunos
susurran sobre monstruos que acechan en las sombras, mientras que otros
susurran sobre antiguas maldiciones que despiertan de su letargo. Entre los
residentes, hay uno que parece estar en el centro de todo: el extraño y solitario
Doctor. Martínez es un científico jubilado que vive a las afueras de la ciudad en
una casa destartalada rodeada de árboles torcidos. Se decía que el médico había
estado realizando experimentos secretos en su laboratorio durante años, y
algunos dijeron que vio luces extrañas que entraban por las ventanas de su casa
en medio de la noche. A medida que el misterio continúa desarrollándose, una
valiente niña llamada Elena se encarga de investigar. Con determinación y rapidez
de pensamiento, comienza a descubrir la verdad que llevó a los inquietantes
acontecimientos en su pequeño pueblo. Con una mochila llena de documentos y
una linterna en la mano, Elena comenzó a buscar pistas en cada rincón de Arroyo
Verde. Entrevistó a vecinos y recopiló las cosas extrañas y desconocidas que
había visto en los últimos meses. Sin embargo, todo lo lleva hasta el Doctor.
Martínez y su domicilio particular en las afueras de la ciudad. Desesperada por
descubrir el secreto, Elena llega a la casa del médico en una noche oscura y
tormentosa. El viento soplaba a través del bosque y el susurro de las ramas
oscilantes bajo sus pies parecía susurrar en sus oídos. Con el corazón latiendo
con fuerza en el pecho, caminó hasta la puerta de su casa y llamó con fuerza. Tan
pronto como se abrió la puerta, apareció la figura del médico. Martínez estaba en
la puerta. Los ojos oscuros parecían brillantes en la oscuridad, y una extraña
sonrisa apareció en sus delgados labios, mirando a Elena. "Cobarde, ¿por qué me
trajiste aquí?", Preguntó con voz suave pero ininteligible. Elena tragó saliva y lo
convenció de que se callara. "Quiero saber la verdad, doctor". ¿Qué pasó con
Arroyo Verde? “¿Por qué la gente se asusta cuando los animales desaparecen?”
Doctor. Martínez lo miró por un momento, como si intentara encontrar las
palabras. Luego, con diferentes gestos, de repente gritó: "Vamos, Elena. Elena
dudó un momento, luego dijo el médico. Martínez. Su corazón estaba lleno de
dudas y temores, pero su coraje y sabiduría lo mantuvieron adelante. Suspiró y
cruzó la puerta de la casa del médico, entrando en un mundo de sombras y
secretos. Había velas esparcidas por la habitación, desprendiendo una luz tenue
que iluminaba el interior de la casa. Las sillas cubiertas con tela antipolvo de vez
en cuando una sensación de frío, como si el lugar hubiera sido abandonado de
repente. Doctor. Martínez lo condujo por un pasillo oscuro hasta un pequeño
estudio en la parte trasera de la casa. Los estantes están llenos de libros antiguos
