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—¿Qué fue lo primero que te dije — le pregunto Minho a la Omega frente a el.
—Q-que quería los archivos para antes de las 7:30 pm... —dijo con dificultad.
—¿Y ya viste la hora que es? Exacto, faltan 7 Minutos para las 9:00 pm.
—J-jefe, le prometo que no volverá a pasar —la Omega intento coquetearle.
—Claro que no, porque ahora mismo tomarás tus cosas y te largaras, estás despedida. Y no esperes que te dé un papel para recomendarte porque les diré a mis socios que solo eres una ofrecida, que solo quieres salir de la pobreza de dónde estás con solo seducir a Alfas de alto rango como yo. — Minho miro a la Omega con una sonrisa de satisfacción — ¿No es eso lo que buscabas en mí? Y que te hacías la de ojos ciegos cuando tengo mi argolla de matrimonio. Debería darte vergüenza de querer salir de la pobreza con esas mañanas. Vete de aquí antes de que mi enojo aumente y haga que no consigas trabajo en ningún lugar.
Cuando terminó de reclamar, la Omega salió corriendo mientras lloraba y escuchaba a los demás trabajadores de la empresa hablar de ella.
“Se lo advertimos, le dijimos que el jefe era casado”
“Pobre, de seguro ya no encontrará trabajo”
“El karma siempre hace de las suyas, se lo merecía por ofrecida”
“Por dios, en serio creí que iba a tener algo con el jefe Lee”
“Es una tonta, ni disimular sabe que lo único que quería era mucho dinero “
Cuando dieron exactamente las nueva de la noche, Minho salió de la oficina con su maletín de trabajo, no terminó de ordenar el papeleo pero por suerte se encontró a su hermana.
—¿Tan rápido te vas a casa?— dijo Karina, su hermana menor.
—Estoy muy cansado, terminaré todo mi trabajo en la madrugada.
—Déjalo, yo lo haré, ve a casa a descansar, Jisung debe estar esperándote. Es más, descansa toda esta semana yo me encargaré de la empresa.
—No puedo dejarte todo a ti.
—Tampoco está bien que te excedas del trabajo y dejes a Jisung solo en casa, debes pasar tiempo con él y más ahora.
—Tienes razón, no sabes lo agradecido que estoy contigo ahora, te pagaré el doble.
—Si, si. . . Pero ya vete. Andando.
Minho se despidió de su hermana, se colocó unos lentes oscuros para salir de la empresa, sus guardaespaldas lo esperaban en su limusina para poder salir del edificio.
Algunos periodistas ya lo estaban esperando afuera, todos los días era lo mismo, estar rodeado de muchas cámaras que le lastimaban los ojos con solo conseguir algún chisme.
