CAMPEONES | Kojiro Hyuga y Tú |

CAPÍTULO 1

Un dia como hoy, mi madre y yo emprendimos nuestra mudanza a la prefectura de Saitama y no podría estar más feliz. Osaka es una ciudad pequeña y bastante agradable, pero llegaba a ser un poco molesto el hecho de que todos te conocieran, no existía la privacidad.

Mi nombre es ________ Hamasaki, futbolista desde que tengo la habilidad de caminar. Mi vida gira alrededor del fútbol, no se si de pequeña un balón me salvó la vida (como a mi primo Tsubasa) como para tener tanto amor a un deporte como este, pero el sentimiento que me genera estar en una cancha regateando un balón es inexplicable.

Hace tres años cuando aun vivía en Osaka, tuve varios amigos, pero uno en especial compartía el mismo sentimiento que yo a este deporte, su nombre era Taro Misaki, ¿cómo olvidarlo? A diferencia de muchos en esa época, él fue el único que no cuestionó mi amor al fútbol, es mas me motivaba más. Estuvo un año en la misma escuela que yo, pero se tuvo que ir de la ciudad por el trabajo de su padre. No todo lo bueno dura para siempre.

Ahora estoy en Saitama, no es tan diferente que Osaka, pero es evidente el aire de una nueva vida.

─ Cariño, he estado investigando, y todo da de que iras al colegio Meiwa -anuncia mi madre desde el comedor, con la computadora al frente suyo.

─ ¿Meiwa? Me parece bien.

─ Veo que tienen un equipo de fútbol bastante famoso en la ciudad.

Esas palabras bastaron para llamar toda mi atención.

─ Pero no hay un equipo femenino como para que puedas unirte. Ya encontraremos un equipo para que puedas entrenar, solo es cuestión de seguir buscando.

Mi madre siempre ha sido mi impulso para seguir en el deporte. En Osaka, siempre iba a los partidos en los que jugaba, aunque estuviera de suplente, siempre que miraba a las gradas estaba ella gritando mi nombre y apoyandome.
Sin embargo, nunca estuve fijamente en un equipo, nunca lograba encajar en ellos. Pensar en ello siempre me hace creer que quizás sea yo el problema.

─ ¿Qué dicen tus amigos? ¿Ya te extrañan?─ pregunta mi madre.

─ Ah, solo recibí un mensaje de Nakanishi preguntando si iba a entrenar. En un tonto, se olvidó que me iba.

─ Ay, ese chico.

En ese momento, recibí un nuevo mensaje, inesperado por parte de él. Era de Makoto Soda deseandome un buen viaje y que lo espere. No se qué habrá querido decir con eso, pero después de lo de Nakanishi, él fue mucho más atento.

Pasaron los días, días en los que me tuve que acostumbrar al nuevo ambiente y al cambio de aire, hasta que llego el primer día en mi nueva escuela, Meiwa.

El colegio no era muy grande, pero debido a que era la primera vez que me cambiaba de escuela, parecía un laberinto. Me perdí en los pasillos para sorpresa de nadie, iba tan inmersa en mis pensamiento que no pude evitar chocar con alguien.

─¡Oye, mira por donde caminas!─ me grita un muchacho alto, de tez morena.

─ Agh, lo siento─ miro hacia él. Sé que fue mi culpa, pero si su actitud me pareció de mal gusto- es que soy nueva y creo que me perdí.

─ ¿Qué clase estás buscando?─ fue un cambio tan brusco de actitud que me sorprendió.

─ Este... salón 1-B─ me sentía un poco intimidada por él.

─ Sígueme─ continuó caminando y miró hacia atrás en mi dirección- ¿Qué esperas?

Algo decía que podía confiar en él. Si, su actitud al principio no me dio una buena primera impresión, pero en cuanto lo seguí me di cuenta que me había llevado al salón que estaba buscando.