7- Aliado en las sombras. (Re-escrito)

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Durante otra noche en la ciudad, Peter se encontraba una vez más patrullando las calles, su traje de Spider-Man brillando levemente bajo la luz de la luna. Su mente estaba en alerta máxima, buscando cualquier indicio de actividad sospechosa que pudiera llevarlo un paso más cerca de desentrañar el misterio que se cernía sobre la ciudad.

De repente, vio una figura familiar en la distancia: el enmascarado que había encontrado anteriormente durante un intento de robo. Sin dudarlo, se lanzó hacia adelante, decidido a capturarlo y obtener respuestas.

—¡Oye, tú! ¡Detente! —gritó Peter, balanceándose con sus telarañas para acortar la distancia.

La persecución fue intensa, con Peter persiguiendo al enmascarado por callejones y sobre tejados. Finalmente, después de una lucha que duró algunos minutos, logró atraparlo e inmovilizarlo con sus telarañas.

—Bien, amigo, ¿quién eres y qué estás haciendo aquí? —demandó Peter, respirando con dificultad mientras mantenía al enmascarado pegado a una pared.

Pero justo cuando pensaba que había capturado a su enemigo, el enmascarado se liberó con una habilidad sorprendente y lo atrajo hacia un departamento abandonado cercano.

—¿Qué diablos...? —murmuró Peter, intrigado. Decidió seguirlo, entrando en el lugar con cautela por una ventana.

Al entrar, Peter se sintió de inmediato rodeado por una sensación de misterio. El aire era denso y pesado, todo apestaba a humedad y el crujido de las tablas bajo sus pies resonaba en sus oídos. Si no fuera por la visión nocturna del traje, apenas podría distinguir los muebles llenos de polvo en el lugar, aunque mostraban signos de uso reciente.

En una esquina, en una mesa cubierta de basura, papeles y archivos revelaban la naturaleza clandestina de las actividades que se llevaban a cabo en el lugar. Mientras exploraba, lo que encontró dentro lo dejó perplejo: una colección de armas de apariencia extraterrestre y tecnología avanzada, incluso planos de tecnología Stark.

—¿Qué es todo esto? —murmuró Peter para sí mismo, examinando los objetos.

Mientras buscaba más pistas, se dio cuenta de que el enmascarado no era el responsable de todo esto. Ni siquiera era su enemigo; parecía ser un aliado. Había estado recopilando información y atrayendo a Peter hacia la verdad.

Levantó la mirada y lo vio. El aliado desconocido estaba de pie en una esquina, iluminado por la luz que se colaba por la ventana rota. Aunque no podía ver sus ojos, Peter sentía cómo la mirada del desconocido atravesaba su cráneo con firmeza.

—¿Tú... has estado ayudándome todo este tiempo? —preguntó Peter, con una mezcla de sorpresa y gratitud.

El enmascarado asintió ligeramente, pero antes de que pudiera responder, el sentido arácnido de Peter se disparó. A lo lejos, escuchó pasos por las escaleras. Estaban decididos a capturar a cualquiera que atravesara la puerta.

—Tenemos compañía —dijo Peter, poniéndose en guardia.

El enmascarado también se puso alerta, preparándose para la confrontación. Ambos esperaron en silencio, con el corazón de Peter latiendo con fuerza en su pecho, listo para enfrentar al intruso. Pero el sentido arácnido de Peter empezó a volverse loco. Sintió primero a cinco, luego a ocho, y así fue aumentando hasta que no pudo mantenerse en pie, escuchando un zumbido que lo debilitaba, haciéndolo caer sobre su rodilla. Algo empezaba a alterar sus sentidos, envolviéndolo en una neblina oscura y confusa.

—Esto no es normal... —susurró Peter, tratando de enfocarse.

El enmascarado se dio cuenta del aturdimiento de Peter, y mientras aquellos intrusos atravesaban la puerta, comenzando a dispara, pasó uno de los brazos de Peter por sus hombros y, sin más, lo arrojó por la ventana.

Peter reaccionó justo antes de impactar en el suelo. Se sujetó a un barandal con sus telarañas, estabilizándose. El mareo y el zumbido en sus oídos seguían haciendo que todo diera vueltas a su alrededor. Cuando su visión se vio borrosa y dejó de escuchar, Peter no pudo evitar caer inconsciente.

Cuando despertó después de un tiempo, tardó un rato en recuperar el equilibrio y de inmediato regresó a ayudar. Pero al entrar otra vez, toda la evidencia había desaparecido.

—No puede ser... —dijo Peter, frustrado. Buscó por todas partes alguna cosa que pudiera rescatar, pero solo encontró signos claros de lucha, con muebles volcados y objetos esparcidos por todas partes. Entonces se preocupó por el enmascarado.

—¿Dónde estás? —gritó, sintiéndose culpable por su fracaso. Había fallado. Se preguntaba qué podría haber hecho para evitar que las cosas salieran tan mal.

Con el corazón lleno de determinación, Peter se prometió a sí mismo que encontraría al enmascarado y lo ayudaría, sin importar el costo. Sabía que tenía una deuda que saldar y haría todo lo posible para hacerlo bien esta vez.

🖤🕸️ 𝐒𝐩𝐢𝐝𝐞𝐫-𝐦𝐚𝐧: 𝐻𝑒 𝐹𝑒𝑒𝓁𝓈 𝐿𝒾𝓀𝑒 𝐻𝑜𝓂𝑒 🕸️🖤 Peter Parker x Male OC / Male ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora