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La vida lejos de la cuidad era mucho más tranquila, la única desventaja era que todos se conocen pero al final servía pues cuando necesitas ayuda siempre habrá quien te la ofrezca.

Así era desde hace años hasta que en una noche de invierno hace un par de meses dos personas llegaron a vivir ahí, una pareja de unos cuarenta años, todo parecía ir bien, eran buenas personas a la vista pero desde su llegada cosas extrañas sucedían, los habitantes más jóvenes empezaron a desaparecer y parecía que ni a la familia misma les importaba.

Todos respondían igual "Mi hija es bastante lista y allá a dónde irá destacará" "Mi hijo merece una mejor vida por eso decidimos mandarlo"

Más nunca decían el lugar. Cada mes un nuevo chico se iba.

—Hubo otro más.

—¿A dónde crees que vayan?¿Irán a la cuidad?

—No lo sé pero no creo ¿No te has dado cuenta?

—¿Que?¿De que hablas?

—Los Naville, los Johnson incluso hasta los Kim, ellos vivían al día y ahora hasta compran cosas en la otra prefectura. Es muy extraño.

—¿Crees que los vendieron?

—Lo sospechó, Lina no ha llamado, no sabemos nada de ella desde hace dos semanas.

—...es cierto.

—Nidia...¿Y si nos vamos? Digo podríamos evitar que nos desaparezcan.

—Pero mis padres...

—Yo tampoco quiero dejar a mis abuelos pero si es realmente lo que creemos, es nuestra única opción.

—Haimi...

—Nidia si llegan a nuestras familias podrían aceptar, talvez sea nuestra única oportunidad.

—Lo pensaré.

—Date prisa por qué se están acercando a nuestro lado. Pasarán primero por el arroyo con la familia Hern y después seguiremos nosotras.

—¿Cómo lo sabes?¿Cómo estás tan segura de eso?

—Por que me doy cuenta de las cosas, iniciaron en el centro,se fueron al sur y de ahí pasaron a cada casa ,ahora sigue el norte y los primeros son los Hern después la casa de mis tíos pero ellos no tienen hijos, al menos no que sigan viviendo aquí, después sigo yo y por último tu familia, quedamos solo los de este lado y para nuestra mala suerte somos las primeras.

Haimi estaba segura de eso, en su libreta anotó cada cambio que surgió desde que aquello se volvió sospechoso.

—No lo haré.

—Nidia...

—Tu...Haimi esto es una locura y ¿si solo ofrecen oportunidades académicas?...Lo escuchaste Los padres de todos están muy tranquilos.

—¿Enserio crees eso?

—Si nos vamos no sabremos la verdad.

—Y si nos quedamos puede que no volvamos a vernos, así como sucedió con Lina.

Sold Donde viven las historias. Descúbrelo ahora