Capitulo 2: Cuidar de un bebé

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Hace muchos años...

El Diablo dormía en su gran cama cuando el silencio fue roto por un agudo quejido. El gran diablo se quejó por un segundo antes de quitarse las mantas, quitarse la máscara para dormir y acercarse a una cuna al lado de su cama.

-Está bien, está bien, te tengo, Bendall, estoy aquí- dijo el Diablo antes de levantar al bebé demonio y mecerlo en sus brazos. Tomó un biberón y alimentó al bebé.

Es casi divertido. Si hace seis meses le hubieras dicho al rey del infierno que sería padre, se habría reído y luego te habría reducido a cenizas con su horca. Y, sin embargo, aquí estaba él, alimentando con biberón a su bebé demonio en medio de la noche.

Cuando el biberón estuvo vacío, El Diablo le dio unas palmaditas en la espalda al bebé Bendall hasta que eructó. Entonces el gran diablo tarareó una canción de cuna y acunó al bebé para que volviera a dormirse.

-Buenas noches, mi pequeño monstruo- susurró el Diablo.

...

En la actualidad...

Bendy se despertó en la cama de su dormitorio. Tenía una cama tamaño king con mantas y almohadas amarillas. Hay una mesa de dibujo al lado de su cama con algunos bocetos de él mismo, El Diablo, Secuaz y otras cosas.

-Hoy es el día, Boris- dijo Bendy mirando su muñeco lobo. Tenía pelaje negro y una gran costura sobre el pecho. También vestía un overol amarillo sucio. -Hoy vuelvo al mundo-.

Se puso un zapato y luego su compañero y saltó de la cama para prepararse para el día. Después de ponerse los guantes y la pajarita, corrió a la sala del trono donde suele trabajar su padre. Efectivamente, El Diablo estaba sentado en su trono y Bendy se dirigió al apoyabrazos.

-Hola papá- dijo Bendy.

-Hola Bendall- saludó el Diablo. -Entonces, ¿Qué planeas hacer hoy?-

-Papá, ¿puedo volver a salir...?-

-No, no puedes- intervino el Diablo. -Te escapaste y no creo que debas librarte todavía.-

-Pero papá, ha pasado muchísimo tiempo desde que estuve solo en el mundo de la superficie y ya dije que lo sentía muchas veces. Nadie sabrá que soy un demonio mientras esté ahí arriba. Por eso tengo el disfraz.- Suplicó Bendy. -Por favor, déjame salir. Por favor...-

El Diablo se pellizcó el puente de la frente. -Bien, puedes irte. Pero si pasa algo...-

-Lo sé , lo sé. Huiré y usaré la ruta de escape de regreso al Inframundo. Lo prometo. Ahora puedo irme...-

-Puedes- dijo el gran diablo antes de despedir a Bendy y el pequeño diablo corrió hacia él. -¡...E hijo!-

Bendy patinó hasta detenerse. -¿Sí papá?- él dijo.

-Provoca un pequeño infierno mientras estás ahí arriba para mí- dijo el Diablo con una sonrisa diabólica.

-No te preocupes, lo haré- dijo Bendy antes de entrar al ascensor.

Mientras Bendy tomaba el ascensor, pensó en los chicos tazas que escaparon del carnaval del Diablo. El diablillo había estado pensando mucho en esos dos desde entonces. No había estado tan fascinado con ningún mortal en años. Bendy quería volver a ver a Cuphead y Mugman... y tal vez divertirse un poco.

...

En la cabaña Kettle...

-Bueno, llego el momento, chicos.- Dijo el élder Kettle mientras alimentaba a los peces. -Iré a mi depilación semanal de bigote. Y recuerden las tres reglas mientras no estoy. Número uno. No toquen mi radio. Es mi objeto más preciado ya lo saben. Número dos. No dejen que extraños entren en la casa. No quiero que se repita el "incidente del personal de mantenimiento"... Cuphead. Y, por supuesto, la regla número tres: ¡sin peleas!-

𝕋𝕙𝕖 𝔹𝕖𝕟𝕕𝕪 𝕊𝕥𝕣𝕒𝕨 𝕤𝕙𝕠𝕨❕ (español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora