Cerró los ojos con fuerza cuando la vió irse, escondió su rostro entre sus manos cuando oyó el fuerte retumbar de la puerta de su casa.
Quiso correr atrás de ella. Detenerla y disculparse por las cosas que dijo, quería decirle que la quería, quería sentirla entre sus brazos.
Pero no la buscó.
Se sentó en el suelo de su habitación, abrazando sus rodillas en un intento de reconfortarse a sí mismo, trató de obligarse a callar los sollozos.
Pero no pudo.
Lloró como no lo hacía desde que era niño, con las lágrimas bañando su rostro y los quejidos ahogando su garganta. No paraba de aferrarse a sí mismo para aliviar el dolor, pero seguía ahí, tan evidente como palpable.
Sentía un dolor que no sintió antes, del tipo que se aloja en tu pecho, cerca del corazón pero más profundo, en medio de las costillas, podía sentir como su alma se dividía entre pequeñas piezas de cristal esparcidas por el suelo.
Pensó en sus ojos, en sus sonrisas coquetas y en la dulzura de sus labios. También recordó la forma en que lo miró cuándo detallo sus cicatrices, sabía que reaccionaria de esa manera, que no podría soportarlo. Pero eso no hacía que doliera menos, muy al contrario, sintió un pesar aún más profundo.
Se preguntó si ella sentía lo mismo que él, si a ella le afectó tanto como a él.
Y la respuesta era sí.
Nayeon no supo cómo tomó un taxi y le indicó la dirección de su hogar, sólo fue consciente de sus acciones cuándo abrió la puerta de su apartamento, cerrándola con fuerza detrás de ella, corriendo a su habitación y encerrándose detrás de la puerta.
Se lanzó a la cama, tomando una almohada entre sus brazos, la misma que ____ usó cuándo durmieron juntos hacía semanas atrás. Aun conservando su olor, la estrechó fuertemente contra su pecho en un intento de suavizar la presión de su corazón, pero era imposible.
Lloraba a cántaros mientras los chillidos ahogaban toda la habitación, en posición fetal, recordaba las palabras del chico de ojos verdes, la manera en que habló y el dolor visible en sus ojos.
Se sentía culpable, tonta, ignorante y muy por encima de todo; egoísta. Él tenía razón, lo supo cuándo observó sus cicatrices por primera vez, no pudo ocultar el miedo calar sus huesos cuándo las vio y entendió por primera vez la relevancia de la situación.
Pensaba que podía querer a ____ con su secreto, pero no fue hasta que lo vió que entendió que pensarlo no era suficiente.
Pero no quería irse, a pesar de todo quería quedarse y aferrarse a su pecho como tanto se había acostumbrado, pero no podía obligarlo a soportar su presencia. No podía actuar como estaba acostumbrada, debía darle su espacio, aunque eso significará lastimarse a ella misma en el proceso.
Aun cuando las lágrimas cedieron, y la noche empezó a pintar el cielo, ninguno de los dos pudo deshacerse de aquel pesar presente en su pecho, casi asfixiando sus pulmones. Y aunque el sueño nublo sus ojos, el sentimiento no dejo de estar alojado dentro de ellos.
...
-Okey clase, antes de empezar el tema de hoy, quiero recordarles que la fecha del debate está próxima- Avisó Seokjin en medio del salón - Y que esta será su última oportunidad de abarcar la mayor nota posible, ¿Entendieron?- Cuestionó.
-Solo espero que mi compañero se aprenda su parte- Comentó Hyunjin por lo bajo - ¿Tú y Nayeon ya repartieron sus puntos?- Preguntó, haciendo referencia a los temas que abarcaría cada uno.
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El idioma de tus ojos/Nayeon (Adaptación)
FanficIm Nayeon, es una chica rebelde, que desde su primer día dejó muy en claro que llegó a revolucionar las instalaciones de su nuevo instituto. Y sin darse cuenta también los corazones de sus nuevos compañeros. Buscando y disfrutando los problemas, nun...