Los muerto de testigos

7 1 0
                                    

Las horas pasaron, como era de costumbre Nathaniel no estaba en la cama, pero tampoco en la máquina de escribir, bajamos con rosa y John a desayunar, la familia de Nathaniel estaba ahí, pero el no, nos sentamos y comenzamos a comer.

—Aprovechando que señor paranoico no está aquí, me gustaría preguntarte Lisi,¿A qué te dedicas?

Dijo Charlie mientras dejaba el periódico en la mesa, la pregunta de Charlie me incomodo un poco, una cosa es que la madre de Nathaniel, pero otra es este extraño hombre que acabo de conocer.

—Yo...

—Eso me recuerda, Lisi cariño, necesito que vengas conmigo a un lugar, debo ver a unas personas y me gustaría que una mujer me acompañara.

Dijo Lucy interrumpiendo mis palabras, apenas terminó de hablar me tomo de la mano y me saco de ahí, para luego llevarme a su habitación, se quito los zapatos y comenzó a desvestirse.

—Me pasas un sostén negro del armario, por favor.

Viendo a dónde apuntaba su dedo índice entre en un hermoso cuarto lleno de ropa, Ante su petición tomé el sostén de color negro que estaba entre los muchos sostenes, al pasárselo ella lo tomo y se lo coloco para luego entrar al armario y ponerse un vestido elegante de color negro seguido de un abrigo blanco, se puso unos guantes finos color blanco y unos tacones negros, mientras hacía todo eso yo estaba sentada en uno de los sillones, Lucy salió nuevamente del armario poniéndose unos pendientes de color dorado.

—Si quisiera a una chica callada mirándome mientras me arreglo, hubiera llamado a las sirvientas.

Ante sus palabras me di cuenta que quería una compañía más femenina.

—Puede decirme quién es Charlie.

Ella entro en su armario Nuevamente.

—Es mí sobrino por parte de mí hermana, ella murió en la guerra y me sentí responsable así que lo cuide desde que era un niño.

Dijo desde el fondo del armario, podía escuchar como sus tacones hacian eco en el armario.

—Creo que este es perfecto para ti.

Dijo cargando a lo largo un vestido verde oscuro.

—Toma ponte lo.

Dijo acercando al vestido a mí, me pause por un momento y pase mí vista del vestido a ella.

—No creo que deba usar eso.

Ella le saco la percha al vestido.

—Tampoco deberías chupar la verga a mí hijo bajo su escritorio, pero aún así lo hiciste así que cállate y ponte el vestido.

Las palabras de ella me impactaron, sin decir nada me puse el vestido, luego de eso me dio unos zapatos del mismo color, el vestido me llegaba hasta las rodillas, luego de eso salimos y me llevo a un lujar muy elegante en la cuidad, no hablamos muchos en el viaje, me contó cómo es que son tan ricos, resulta que durante la guerra su madre contrabando cantidades incontables de oro puro, al llegar al lugar unas personas le hicieron señas inmensamente me llevo a su mesa,apenas nos sentamos nos dieron el menu, ella me dijo que estás personas eran ricas y elegantes, son unos idiotas, comenzamos a comer, unos platos ricos y elegantes.

—Y dime Lisi, ¿tines pareja?

Pregunto el hijo de la pareja.

—Oh muchacho, ten cuidado.

Dijo el hombre entre risas, su esposa siguió esa pequeña risa.

—Si no tienes a nadie, puedes salir conmigo.

CONTRATODonde viven las historias. Descúbrelo ahora