Stranger Feelings ² //Stranger Things

CAPÍTULO 13 ☄

La tarde ya había caído pero la sensación de susto dentro de Emma todavía seguía allí, al igual que en los demás adultos. Su respiración se agitaba cada vez que recordaba lo sucedido y un escalofrío la recorría al pensar que casi pudo haber muerto.

Habían vuelto a la cabaña de las Hopper. Los mayores se habían duchado y cambiado la ropa ensangrentada.

Once estaba en una habitación apartada de los demás, tenía una venda cubriendo sus ojos y sangre cayendo de su nariz. Por órdenes de ella nadie podría entrar al cuarto excepto Emma, la cual se encontraba inquieta debido a la incertidumbre.

Jane se retiro la venda y, tras unos segundos de silencio, habló.

— Lo encontré.

Asintió y la ayudo a pararse. Salieron del lugar, llamando la atención de todos y, al parecer, frenando la discusión que estaban teniendo en ese momento.

— ¿Todo está bien? —Preguntó Ce.

— Si, solo... una discusión familiar, ya sabes. —Dijo Lucas nervioso.

Emma enarco una ceja pero decidió no preguntar más.

— Lo encontré. —Informo la castaña. —Comencemos con el plan.

Todos asintieron dudosos y comenzaron a moverse.

Desplazaron las sillas y todas las cosas que se encontraban en la sala, dejando un círculo en el medio y asientos alrededor para que los demás pudieran sentarse.

Will se acerco a Emma quien se encontraba algo apartada preparándose mentalmente para lo que haría.

— ¿Estás bien? ¿Segura que quieres hacer esto?

Emma le sonrió confortablemente y le acaricio los hombros.

— Estaré bien... Ce necesita mi ayuda para hacer esto.

— ¿Pero y si él te hace daño...?

— El no puede hacernos nada allí dentro —lo freno. —Creo... —murmuro dudosa. —además volveré... ¿sino quien dibujara contigo?

Los dos rieron.

— Eso espero.

Sin decir nada más, y con un sorpresivo abrazo del menor que Emma recibió gustosa, se alejaron y se ubicaron en sus lugares.

Emma se sentó en medio del círculo, frente a su hermana.

Iban a averiguar dónde estaba la fuente, para eso buscarían a Billy y lo obligarían a mostrarles todo lo que había sucedido. Pero Once sabia que eso no sería tan fácil, así que llevaría a Emma para intentar convencerlo.

El problema era que una vez lo consiga, ella no se podría ir, así que debería quedarse en ese lugar.

Y estaba asustada por lo que podría llegar a pasar.

Mike le dio unos pañuelos a cada una para que se cubran los ojos.

— No tienes que hacerlo si no quieres. —Le susurro Once.

Emma negó con la cabeza.

— Intentare hacer lo que pueda.

Once asintió y la tomó de las manos luego de ponerse las vendas.

Había silencio absoluto en el lugar, lo único que se escuchaba era el ruido de la estática en la pantalla gris del televisor para que Once pudiera concentrarse.

Aunque a Emma solo le causaba incomodidad.

Siguió las indicaciones de su hermana menor y los minutos pasaron, en silencio.