Introducción

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Cuando las flores de cerezo brotan y todo se pinta de rosa sólo le hace rebobinar en el pasado.

Esa tarde anaranjada que iluminaba su piel lechosa e intensificaba el color morado de sus ojos no podía haber sido más desastrosa; apenas entró en la adultez independiente y el embarazo se hizo presente en su vida.

Cuando suspiraba con el estomágo abultado mientras se sentaba en los bancos del alrededor de ese parque y ese pequeño infante lo acompañaba mientras le preguntaba todos los días cuándo iba a nacer el bebé, su bebé.

Ese niño revoltoso atento a los diminutas patadas, signo de la existencia viva de su bebé que lo emocionaba  y lo llenaba de energía como el exceso de azúcar en sangre. "Deberías de cortarte el pelo, Choso" Suguru relató, rozando las yemas de sus dedos en los cabellos ya largos del niño "¡Es que lo quiero tener como el tuyo, Sugu-nii!"

Emanó ternura que hizo pintar de coral las mejillas perfiladas del hombre  y formando una sonrisa de oreja a oreja en  su rostro "Pues yo pronto me lo cortaré" el niño lo miró asombrado "¡No te lo cortes! Te queda muy bien" el pelinegro asintió con risitas de compañía y ayudó a Choso a sentarse a su lado "¿Cuándo saldrá el pequeño Itadori?" apoyó su cabecita en la barriga de Geto mientras bajaba la mirada algo tímido.

"Falta muy poco" 

"¿De verdad?"

"Sí, Choso"

"¿Verdad de la verdadera?"

Geto asintió dirgiendo sus ojos rasgados majestuosamente a los del niño.

...

"¡Es tan bonito! Tiene el pelo rosa y los ojos muy grandes" exclamó alarmando algo al bebé "más tranquilo, a él le gusta cuando le hablan bajito" se tapó la boca con sus pequeñas manos y después las quitó "una pregunta, Sugu-nii, ¿sabe hablar?" murmuró cerca del nombrado "todavía no, está muy chiquito" deja que Choso le acaricié el pelo a Itadori, sin antes haberle dicho que debía de ser gentil.

"Una pregunta más, ¿lo puedo agarrar?" Suguru afirmó con un susurro muy bajo, y le brindó a la criatura afectuosamente "pesa tan poco, debes de darle de comer arroz, Sugu-nii" 

"Él todavía no puede comer arroz" Choso le dio una mirada de sospecha "¿entonces qué come?" la pregunta era muy tonta pero tan linda que iba a pudrir los dientes de Geto "pues leche" 

"¿Pero de qué? ¿Vaca, cabra, pescado?" pescado, es que este niño está lleno de sorpresas.

"Pues mi leche" Choso está confundido y Geto lo sabe, pero le deja el turno de habla  para después explicarselo "¿eres una vaca encubierta?" 

Suguru no sabía qué hacer, si explicarselo, reírse o asegurar  la interrogación de Choso.

E hizo la más madura y lógica "Sí". 

"Lo sabía" dijo en un tono de autoconfianza "por eso estás tan gordo"

Auch. Eso fue un golpe muy duro para el pelinegro. "Eres muy malo, Choso-kun" subió un poco su tono, despertando el sueño ligero de su pequeño, que se revolvía en los brazos de Choso, reaccionó rápido y acunó a su hijo entre sus brazos trabajados.

Desconocía ahora por qué lloraba el infante junto a su hijo "¿qué pasa?" 

"¡Es que se ve tan bonito llorando!"

Limpió sus lágrimas y mocos con su manga cuando vio que Geto calló al Itadori al amamantarlo.

"Pareces su hermano mayor, Choso" jugó con los pelos del niño con su mano libre.

...

Era la primavera del 2013 cuando Itadori cumplió los siete años, el año que probablemente marcó su mente como un sello permanente, en buen y mal sentido.

Cuando se refería a buen sentido era que su vida mejoró en esos siete años, su pequeño era la estrella que tanto le costó hallar y que al encontrala le alumbró su todo, estando muchisímo más feliz que antes. Lo cual agradece el milagro que es su hijo. Agradeció que también Choso lo acompañó, que por instintó le etiquetó como un hijo más, y realmente no le importó si no tenía un lazo sanguíneo con el adolescente.

Y cuando hablaba de mal sentido era que económicamente iba decayendo como una montaña rusa, viviendo en un pequeño apartamento con la suerte de tener para el alquiler, comida y si tenía la oportunidad, algo para sus dos hijos; cualquier cosa que les haría sentir felices.

Y así fue, celebrando el cumpleaños de su pelirosado por petición de Choso, que quería verlo feliz; una pequeña tarta y comida chatarra parecía más que suficiente para los dos disfrutar la tarde.

"¿Ya has terminado de hacer la foto, papi?" soltó su pelo de un solo movimiento y guardó la polaroid "sí, cariño" dijo sacando cubiertos de los cajones "Choso-nii déjame en paz" intentó empujar al mayor de él "es que eres muy adorable, Itadori-chan" respondió alargando sus palabras "Choso-kun sólo te quiere abrazar, cariño" se sienta en una de las sillas y dirige el cuchillo a el pastel "pero me molesta" Choso aprovechó esa queja para fingir dramatismo "pero luego dejas que Megumi te abrace" 

"¡Mentira!" cruza sus brazitos en una x "¡Verdad! ¿Te acuerdas cuando te recogí de la escuela y te encontré llorándole al señor Fushiguro porque no te dejó abrazar a Megumi?" el pelirosa hizo un puchero y fulminó con odio al adolescente "¡Mentira cochina!".

Por discutir no se dieron cuenta que sus trozos de tarta ya estaban servidos y Geto no tuvo ninguna opción más que comerlos en su ausencia.

"Espera" dice Choso en medio de la trifulca "¿por qué hay tan poco pastel?" levanta una ceja junto a Itadori y miran a su padre manchado de crema en sus labios "¿Qué miráis? yo estoy a dieta" iban a quejarse pero fueron interrumpidos por el timbre de la casa.

Suguru se levantó inmediatamente y dejó a Choso e Itadori solos.

Abrió la puerta, apareciendo delante suyo una figura impotente junto a un niño pequeño "Hola, Geto-san" carraspeó con su voz que derretía la piel de Suguru "Buenas tardes, Toji-san" con su sonrisa típica devolvió el saludo al mayor "Precioso, vengo a dejarte a Megumi que decía que quería ver a ese hijo tuyo" habló mientras que señalaba con sus ojos al pequeño niño que se aferraba a sus ropas. 

Una mitad del cerebro de Geto actuaba como buen padre y la otra como ser humano con necesidades sexuales, gritaba que ya tenía una oportunidad de una aventura de pura fantasía con el Fushiguro mayor.

"Claro, deja que pase" el niño pelinegro se fue correteando después de un pequeño golpe en el hombro, Suguru se despidió, cerrando la puerta delante del hombre hasta que un pie bloqueó esa acción "Espera, toma mi teléfono por si pasa algo o si quieres charlar" le da una notita con números escrito "Vale, bueno, adiós Toji-san"

Continuará..

holahhh

livRo toJisuGU pork ship infRabaLOradoo

m aburro sinceramente JAJAJ

m aburro sinceramente JAJAJ

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Class of 2013 -TojiSugu? Satosugu?-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora