El dia que enamore a mi idolo

Enfrentando sombras del pasado

NARRA SARA
Ya habían pasado varios días desde que llegué a cuidar a Nick, y aunque se había recuperado, mi mente seguía en un torbellino. Los días compartidos con él me habían acercado más de lo que había imaginado. A pesar de su enfermedad, Nick había sido una compañía cálida y reconfortante, algo que me hizo cuestionar mis propios sentimientos. Mi promesa a Joe de no enamorarme de su hermano parecía cada vez más lejana, y ahora mi corazón y mi mente estaban divididos. ¿Qué quería en realidad? No tenía las respuestas, solo la certeza de que mis emociones se estaban complicando.
La verdad es que no había hablado mucho con Joe desde que me fui de su casa para cuidar a Nick. A veces lo veía cuando hablaba con su hermano, pero él evitaba mirarme y no quería hablar conmigo. Sabía que tenía todo el derecho de estar molesto, y quizás, en el fondo, yo también me lo merecía. No estaba bien que me hubiera metido en medio de la relación de los dos, pero todo esto había ido más allá de lo que planeé.
Mi mente volvió al presente cuando escuché la voz de Nick.
—Princesa —dijo, sacándome de mi trance—, te presento a mi hija, Maltie Marie.
El corazón me dio un vuelco cuando vi a la pequeña en sus brazos. Era una niña hermosa, con unos ojos brillantes y una sonrisa que me hizo sonreír de inmediato. Me acerqué a ellos y saludé a la pequeña con cariño.
—Hola, hermosa —dije, acariciando su carita—. Es idéntica a ti, rulitos —le dije a Nick, y él sonrió.
—Eso significa que soy hermoso —dijo, levantando las cejas con una sonrisa burlona. No pude evitar reír.
—No te voy a negar que lo eres —respondí, mirándolo con una sonrisa. Nick me devolvió una mirada cómplice, y su brillo característico apareció en sus ojos.
De repente, cambiamos de tema.
—¿Cómo van las grabaciones? —le pregunté.
—Bien, ahora tengo que ir a que me corten el pelo —dijo, y me sorprendí.
—¡No! ¡Se va a acabar mi rulitos! —exclamé, haciendo un puchero, a lo que Nick se rió con ganas.
—Te voy a sorprender con el corte —dijo, y yo me mordí el labio ansiosa.
Nick continuó hablando.
—Princesa, Priyanka va a venir a buscar a Marie, ¿se la puedes dar tú? Y decirle que estoy grabando, pero que mañana la vuelvo a pasar a buscar.
—Sí, tranquilo, Nick. Yo la cuido —le respondí, tomando a la pequeña Maltie en mis brazos.
NARRADOR OMNICIENTE
Mientras Sara jugaba con la hija de Nick, los tacones de aguja resonaron en la sala, interrumpiendo la tranquilidad del momento. Ella levantó la mirada, y lo que vio la dejó boquiabierta: Priyanka Chopra estaba de pie en la puerta, luciendo un elegante vestido negro ajustado, con una abertura en una de las piernas, acompañado de un saco largo rojo de algodón. Sus lentes de sol oscuros y su pintalabios rojo intenso le daban un aire sofisticado y algo intimidante. En sus pies, unos tacones aguja negros con rojo completaban el conjunto.
Sara, sorprendida por la presencia de la famosa actriz, dejó de mover los juguetes y miró a Priyanka con atención. La mujer, al ver a la niña en sus brazos, se quitó los lentes y la observó con una sonrisa, aunque su actitud era algo distante.
—¿Tú debes de ser la niñera? —preguntó Priyanka, con una expresión neutral mientras tomaba a su hija en brazos.
Sara, tratando de no perder la compostura, sonrió levemente.
—No, no soy la niñera. Soy Sara, amiga de Nick —respondió con una sonrisa, pero Priyanka no pareció impresionada. Su mirada se endureció al escuchar esas palabras, y la analizó de arriba a abajo con una expresión fría.
—Veo que Nicholas tiene muchas amigas desde que nos distanciamos —dijo Priyanka, riendo con una falsa simpatía. Luego, su rostro se tornó más serio. —Te digo algo, linda, de mujer a... —se quedó pensativa, como si buscara las palabras adecuadas. —A niña, a Nicholas le gusta divertirse, pero siempre vuelve a mí. No te ilusiones. Ni siquiera es capaz de firmar el divorcio, el jamás se fijaría en ti. A él le gustan las mujeres, no las niñas —dijo con una sonrisa falsa, tratando de desestabilizar a Sara.
El comentario hizo que Sara sintiera una oleada de frustración, pero decidió mantener la calma.
—Priyanka, te tengo mucho respeto y todo lo que quieras, pero no eres quien para hablarme así. No soy una niña, y si yo soy una, Nick también lo es, porque me lleva 4 años, menos de lo que te lleva a ti, por cierto —dijo, devolviendo la mirada de Priyanka con la misma intensidad y una sonrisa de falsa cortesía.
Priyanka frunció el ceño, claramente irritada por la respuesta.
—¿Qué estás queriendo insinuar, eh? —preguntó, acercándose desafiante.
Sara no retrocedió.
—Yo no insinué nada. Si tú te lo tomas personal, te ofrezco mis más sinceras disculpas, señora —respondió Sara, resaltando la última palabra con una sonrisa desafiante.
Priyanka, ahora claramente molesta, se acercó aún más.
—No te conviene meterte conmigo, niña —dijo, su tono cargado de amenaza.
Sara, manteniendo su postura, no se dejó intimidar.
—Y a ti no te conviene meterte conmigo, soy argentina, y no me da miedo una persona como tú que se cree más que los otros —respondió, cruzándose de brazos. —Nick dijo que mañana pasa de vuelta por la niña. Adiós —dijo, volteándose y dirigiéndose a la salida.
Antes de que Priyanka pudiera decir algo más, Sara ya había salido por la puerta, dejando atrás la tensión.
Una vez fuera, el aire frío me golpeó en la cara, pero no fue suficiente para calmar la calidez de la frustración que sentía. Priyanka me había dejado un sabor amargo en la boca, y no solo por su actitud. Sentí una presión en mi pecho, como si toda la situación con Nick, Joe y Priyanka fuera una bola de nieve que se estaba acumulando y que pronto iba a explotar.
Era inevitable. La inseguridad en mi corazón había crecido desde el momento en que llegué a la vida de Nick. Todo lo que había planeado, la promesa que me había hecho a mí misma de no involucrarme más allá de lo necesario, parecía esfumarse con cada día que pasaba cerca de él. Y ahora, con la llegada de Priyanka, todo parecía más complicado.
De repente, mi teléfono vibró en mi bolso. Era un mensaje de Joe.
"¿Estás bien?"
Su mensaje simple me hizo dudar. ¿Cómo podía estar bien después de todo lo que había sucedido? Pero antes de poder responder, otro mensaje apareció en la pantalla.
"Necesito hablar contigo."
No supe qué hacer. ¿Debería responderle? ¿O seguir ignorando lo que se estaba desarrollando entre nosotros? El dilema me carcomía.
Miré hacia la casa de Nick y luego al teléfono en mis manos. Tenía que tomar una decisión. ¿Era hora de enfrentar lo que sentía y hablar con Joe, o debía seguir adelante con todo lo que había comenzado con Nick? Las emociones me envolvían, y no sabía si estaba lista para afrontar las consecuencias.
Lo único que sabía era que no podía seguir escapando de lo inevitable

Joe logrará enamorar a Sara? No se lo veremos.
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