El dia que enamore a mi idolo

Entre la incertidumbre y la pasion

NARRADOR OMNICIENTE

Sara estaba sumida en sus pensamientos, la conversación con Priyanka todavía resonaba en su mente. ¿Será cierto lo que dijo? ¿Nick la está usando solo para diversión, o realmente había algo entre ellos? Estas preguntas la perseguían, pero al final, solo Nick podía dar una respuesta. Sin embargo, por más que trataba de ignorarlo, una sensación de incertidumbre crecía dentro de ella.

—Princesa, ¿qué te parece? —dijo Nick, interrumpiendo sus pensamientos. Él apareció frente a ella con una sonrisa juguetona.

—Estás pelado —respondió Sara sorprendida al verlo sin sus característicos rizos. Sin poder evitarlo, una sonrisa se dibujó en su rostro. —¡No vuelvas a separar a los Jonas, o te mato! —dijo con tono de broma, pero al mismo tiempo con un toque de seriedad.

Nick no pudo evitar reír ante el comentario.

—No lo haré, lo prometo —respondió con una sonrisa cómplice.

Sara, aún con una sonrisa en los labios, sintió que su tensión interna desaparecía. Nick parecía tan tranquilo, tan seguro de sí mismo, pero ¿y ella? ¿Cómo podía estar tan insegura de lo que quería? Nick, sin embargo, no pareció notar nada raro y continuó con la conversación.

—¿Qué te dijo Priyanka? —preguntó curioso.

Sara se tensó al instante, su rostro mostrando una ligera incomodidad.

—¿Sobre qué? —preguntó nerviosa, pero su respuesta fue vacía. Nick la miró con algo de confusión.

—Sobre que mañana busque a la niña —respondió, aún sin comprender la reacción de Sara.

—No me dijo nada —respondió ella rápidamente, con una simplicidad que no convenció del todo a Nick.

El ambiente, aunque tenso, no se mantuvo por mucho tiempo. Nick trató de cambiar de tema para aliviar la atmósfera.

—Bueno, ¿quieres ir a tomar algo? —preguntó con una sonrisa amistosa.

—Claro —respondió Sara, agradeciendo el cambio de tema.

Ambos decidieron salir a un bar cercano, donde las horas pasaron volando entre risas y bebidas. El ambiente relajado les permitió disfrutar de la compañía del otro sin la constante preocupación de lo que sucedía a su alrededor. Al final, estaban bastante pasados de copas, y aunque había una ligera tensión en el aire, ambos parecían disfrutar del momento.

—Princesa, te ves muy hermosa hoy —dijo Nick, acercándose a ella con una mirada algo más intensa de lo normal.

Sara, con una sonrisa cautivadora, respondió:

—Vos también te ves muy hermoso hoy.

Fue en ese momento que ambos se acercaron más, como si una fuerza invisible los atrajera. Sus respiraciones se entrelazaron, y sus labios finalmente se unieron en un beso profundo, cargado de deseo y emoción. Fue un beso que pareció detener el tiempo, un beso que los sumió en una burbuja donde solo existían ellos dos, olvidando todo lo demás.

Nick se separó ligeramente, con la respiración entrecortada, pero su mirada seguía fija en Sara.

—Quise besarte desde el momento en que te vi cantando mis canciones abajo del escenario —dijo con voz suave pero firme. —Quería conocerte, y ahora está pasando. Y me estoy enamorando de ti, ya lo estoy, de hecho. Deseo tenerte, deseo que me ames, deseo que seas mía, y solo mía —dijo con una sinceridad que Sara no pudo ignorar. La miró con una intensidad que la hizo sonrojar, pero también sonrió, sintiendo un calor recorrer su cuerpo.