• Little Dark Age – MGMT •
"Solo tienes que saber que si te escondes, no va a desaparecer"
Narcissa podía sentir los temblores de Evelyn. Y era muy comprensible, su novia estaba frente a Bellatrix, totalmente indefensa y ella no podía hacer nada para ayudarlos, es decir, llevaba semanas siendo torturada y muchas fuerzas no le quedaban.
—¡Que buen reencuentro! ¿No creen?— Bella se rió en cara de Hermione.
Lo único que Hermione podía apreciar era el rostro de su novia, tenía heridas por todos lados, incluso podía jurar que veía sangre fresca recorriendo por su cara, cuello y brazos.
—Asquerosa sangre sucia... ¿Entraste a mi bóveda de Gringotts?— bramó Bellatrix muy cerca de Hermione, pero esta última negó —¡Mientes, estúpida sangre sucia! ¡Di la verdad, confiesa!— Bellatrix no dejaba de gritar.
—Déjala— la interrumpió Evelyn y Hermione le tiró una mirada que perfectamente conocía, solía mirarla así cuando se metía en problemas—Arreglemos esto tú y yo— Bellatrix soltó una carcajada.
—¿Te atreves a desafiarme? No puedes sostenerte de pie por ti sola... Estúpida traidora— volvió a burlarse —Suéltala Cissy... Veamos si es lo suficientemente valiente para pelear—
—Bella... No es tiempo— pero Bellatrix la interrumpió enojada.
—Llegas a tocarle un solo cabello a ella y ya verás— le respondió Evelyn.
Bellatrix se tiró con Hermione y empezó a tratar de cortarla con su afilada daga, pero por más que hacía presión contra la piel de la castaña, no ocurría nada.
Sin embargo, los gritos de Hermione sonaban por toda la mansión. Era la desesperación de querer zafarse de la mortifaga pero la sujetaba muy fuerte.
Pero no había ningún cambio, la piel de Hermione parecía normal, no hubo ni un solo rasguño ni marca.
—Estúpida traidora... ¿Qué clase de protección le hiciste?— se dirigió a Evelyn, quién lloraba para que soltara a Hermione.
—Eres una idiota... No puedes hacer un combate limpio porque cualquiera te derrotaria... Siempre juegas sucio— le gritó Evelyn.
—Suéltala, Cissy— Narcissa no tuvo otra opción y con todo el dolor de su corazón, tuvo que obedecer.
Draco veía todo justo al lado de su madre, deseando que Evelyn pudiera defenderse decentemente, pero evidentemente, no pudo.
—¡Crucio!— Evelyn se retorció en el suelo mientras de fondo había una Hermione llorando y suplicando porque dejaran de torturar a su novia.
—Cobarde— Bellatrix paró al escuchar como seguía retándola a pesar de ya tenerla en el suelo.
—¿Cómo me dijiste?— la mortifaga se arrodillo para quedar a su altura.
—Cobarde... Eres una cobarde—
Una bofetada llegó a la mejilla de Evelyn, la cual le ardió mucho más debido a las heridas recién hechas.
—Sígueme golpeando, sígueme aventando maldiciones... Eso no hará que pare de defender a mis amigos— y muy en el fondo sabía que Hermione estaba gritándole por actuar de esa manera frente a Bellatrix.
Hermione solo lloraba y gritaba para que ambas pararan, pero conocía perfectamente a su novia. Evelyn tenía más orgullo que miedo, y no dejaría que Bellatrix se le acercara.
Sin embargo, Bellatrix sacó aquella daga con la que tanto la había amenazado.
—¿Ahora es buen momento no?— Bellatrix rió acercándole la daga a su cuello.
