4.

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Al abrir la puerta era la persona a la que esperabas ver y sonreíste.

—Buenas noches Atenea— dijo el chico extendiendo una bolsa hacia ti.

Dejaste un lugar en la puerta para que pudiera pasar y de paso agarrar la bolsa que extendió. —Buenas noches Hyuk, pasa siéntete como en tu casa.

—¿Esta Vinny también? —pregunto cuando estaba ingresando a la casa.

—No, él los domingos suele dar unos paseos nocturnos hasta quien sabe qué hora.

El chico asintió —¿Acaso no sabes que estar a solas con un chico en tu casa de noche sin tu hermano puede ser malo? —cuestiono este, mientras tomabas su mano y lo dirigías a la cocina.

—Confío en ti Hyuk, si hubieras querido hacerme algo ya lo hubieras echo— lo miraste mientras caminabas e ingresabas a la cocina

—Confías demasiado— dirigió su mirada a sus manos, amaba el calor que desprendías a sus manos frías cada vez que tomabas su mano por sorpresa.

—No creo, que sea así —lo soltaste mientras dejabas la bolsa sobre una de las sillas y agarrabas un trapo —siéntate, vere que esté listo la comida.

Él chico solo se puso a un lado de ti mirándote —¿quieres ayuda?

Sacaste la fuente del horno y lo apagaste mientras sonreías —No, ya está todo, pero gracias—. Pusiste la fuente en la tabla que habías puesto en el centro de la mesa.

—Se ve bien, no tiene cara de que me dé una intoxicación— comento mientras sonreía y se sentaba.

—¿Es un alago acaso? —lo miraste mientras cortabas la lasaña.

—Un intento si al menos— ambos sonrieron y pusiste en ambos platos una porción.

—Mejor come y no digas nada a menos que sea para decir que esta rico— te sentaste frente de él.

Este sonrió y llevo un bocado a su boca haciendo un gesto de pensar mientras masticaba —Sabe bien, no está envenenado al menos.

—No estaría tan seguro, yo no di ni un mordisco por ahora— sonreíste mientras lo mirabas.

—Se que no me envenenarías— dijo mientras seguía comiendo

También llevaste un bocado a tu boca —¿Cómo estas tan seguro?

—Porque, así como confías en mí, yo confió en ti —te apunto con su tenedor.

Sonreíste y seguiste comiendo —bien tu gana Hyuk. ¿Quieres un poco de vino?

Él asintió —no le veo por qué no.

Sonreíste levantándote —espérame un minuto entonces.

Pusiste dos copas en la mesa, buscaste el vino que tenías guardado desde hace un tiempo y el sacacorchos.

—Dame lo abro— se levantó y agarro las cosas de tus manos

—Gracias amable caballero— sonreíste y besaste su mejilla. Ante la acción él te miro fijo mientras te dabas cuenta de lo que acabas de hacer. —Yo, este, lo siento.

Él asintió mientras descorchaba el vino y servía en las copas —No te preocupes no es la primera vez que haces algo así—. Se sentó y trato de verse indiferente ante eso, pero lograste mover una ficha en su cabeza que ahora no para de pensar en que podría pasar

Mientras seguían con su comida y bebida comenzó a lloviznar.

Ambos miraron la ventana y sonrieron —que hermosa llovizna— dijeron al unísono.

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⏰ Última actualización: May 08 ⏰

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Atrevimiento: Sin Riesgo No Hay Historia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora