....
Ring... Ring...
«¿Si?»
- ¿Me mandas ubi?.
«Joder» un suspiro sonó al otro lado de la línea «pero, deja de llorar»
- No estoy llorando... -y seguido de esa frase cual chiste se escuchó como se limpiaba la nariz- cállate, que eres un consetido, pasame ubi.
«Ah... te estoy comprando el vuelo»
- Gracias... -estaba destrozado, su corazón dolía, él ya sabía que iba a terminar así, y es que lo sabía con tal claridad pero aún así... solo se lanzó para averiguar si podía nadar con los tiburones sin ser comido.
«¿"Gracias"? Pagame» era un viejo camarada, no lo dejaría morir solo como le hicieron a él «por lo menos podrías decirme "gracias, Don Gambino"»
- Ni en tus sueños húmedos -solto una pequeña risa.
«Pero ya me lo haz dicho allí»
- Que puto asco. -
«Ya esta comprado el vuelo, te mando el ticket y vienes» otra vez tenía a un hombre solitario, y frío através del teléfono, tal como mandaba dios para el negocio «te dije que ese hombre no trae más que problemas»
- Que te calles...-
«Que dejes de llorar.»
Y le colgó.
Carlo, era un buen amigo, era casi como un hermano mayor que lo visitaba cada navidad y aún así se seguían tratando igual de bien, tal vez debió seguir su consejo y no lanzarse... quizás ese día no debió darle su celular.
[...]
Era solitario ese asiento de avión, las espesas nubes le indicaban que hace rato había dejado Los Santos.
- Señorita, le pediré que por favor apague su celular o cuelgue la llamada. -
- ¡Ja! ¿Quien te crees tú para decirme que hacer? -no era posible...- ¿Puedes creerlo, Gambi? Está igualada dándome órdenes. -
Joder... Iba a ser un vuelo largo.
El tiempo pasa.
Pasa para bien o para mal pero siempre sigue su rumbo. No puedes detenerlo, es como agua en tus manos que corre sin permiso alguno, y a veces es justo y otras no lo es.
Para Horacio y Volkov, en su pasado no fue para nada justo, siempre les dio problemas sin solución, nunca pudieron ser libres hasta que fue el dia de la propuesta de mano del moreno.
¡Oh, ese día...!
Mil mariposas volaron en sus estómagos, su pupila se dilató y sus brazos anhelaban poder abrazar al otro. De ahí su boda, no cabe resaltar que ese día sin duda fue el momento más especial que habían tenido en sus vidas, cada que pueden añoran ese recuerdo con las cientos de fotos y grabaciones que tienen, ese era su tesoro. La lujosa luna de miel en el caribe, meses en los que desconectaron por total de todo y de todos; días en los que no se levantaban de la cama, noches en las que hicieron el amor tras una roca en la playa, semanas que querían que fuera toda su vida, pero tenían que volver.
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Cartas con olor amor ♡︎𝑽𝒐𝒍𝒌𝒂𝒄𝒊𝒐 ♡︎
RomanceCariño, hablame de amor. Abrazame y apriétame, hazme sentir como si tú solo existieras en mi vida. Querido mío, cuentame todos tus pecados y males que yo los pagaré contigo. Pequeño, no me importará descoser mi corazón y hacerlo trizas para que tú...