Sinopsis

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La hermosa primavera se hizo presente en la ciudad, una brisa suave acunaba las flores de aquel amplió jardín, tan lleno de todo tipo de hermosas flores que aumentaba su belleza, con sus colores llamativos y su fragancia tan deliciosa. Muchas personas les encantaría tener un jardín así, poder ver a sus hijos jugar ahí o hacer parrilladas con la familia o amigos, siempre poder oír todo tipo de halagos y elogios de lo bien cuidado que está.

Era una lastima que no pudiera apreciar su belleza ante mis ojos, ahora solo me molestaba y repugnaba el verlas, olerlas o simplemente saber que están ahí y ni siquiera puedo prenderle fuego, solo quería destruirlas, arrancarlas de la tierra. Eso quería, pero no puedo, mi hijo las ama, pone su empeño en cada una de ellas. Yo solo podía verlas sin emoción desde la ventana de la cocina mientras me apoyaba en el lavaplatos. En verdad me repugnaban esa malditas flores. Sentí como alguien se me acercaba por la espalda y rodeaba mi cintura con sus brazos, apoyo su cabeza en mi hombro y hacia un pequeño movimiento con la cabeza como si se estuviera restregando en mi cuello, al igual que como solía hacerlo mi Darius. Odio cuando él lo hace. Yo no digo nada, solo levantó mi mano y acaricio su cabello mientras aún miro las flores.

-estaba preocupado cuando no te vi en la cama -dice en mi cuello-

-perdón cielo, solo me dio un poco sed y bajé por agua -respondí con un falso tono dulce-

-no me gusta que me dejes solo -esta vez me mira con un puchero-

-yo jamás te dejare solo, cielo -le sonreí, pero por dentro solo sentía repulsión-

Él me sonrió y me dio un beso en la mejilla. Basta, lo desteto. Puso nuevamente su cabeza en mi hombro, me apretó contra su cuerpo, podía sentir como olía mi aroma como si quisiera almacenarlo en su memoria. Que asco. Él me giro y me dio un beso suave con amor en mis labios. Quería empujarlo, golpearlo y salir corriendo...

-te amo -me mira con un sonrisa al acabar el beso-

-yo también te amo, cielo -finjo una sonrisa mientras le acariciaba la mejilla-

Pero no podía empujarlo, es más fuerte que yo, no podía golpearlo, no tengo el corazón y lo más importante. No podía dejarlo solo, porque al fin y al cabo él solo me tiene a mí porque yo le di la vida, yo soy su madre y debo amarlo incondicionalmente.

-en verdad te amo, mami -me dio un beso en la frente y me abrazó-

Lo odio.

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⏰ Última actualización: Jul 14 ⏰

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