Lee Namra tiene una misión, descifrar si el sospechoso del caso es culpable o si sólo es un empresario.
Shi Oh tiene otra misión, vengarse.
Ambos sin saber esto del otro. El se casa pensando que es una chica ingenua y ella se casa pensando en arre...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nam Ra
Pasaron tres semanas después. Decidí no tocar el tema, era lo que el quería en primer lugar. Aunque admito que hubo miles de veces en donde quería explotar y decirle todo. Pero tenía que respetar. Hay veces en donde no tienes que saber la verdad para ser feliz.
Abro los ojos lentamente y me encuentro con el abrazándome con fuerza, sonrío sintiéndome en el paraíso con el. Acaricio su espalda desnuda y abre sus ojos lentamente. Me observa y sonríe como siempre hace después de hacerlo.
—— Buenos días... — susurro acercando nuestras narices — ¿Dormiste bien? — siento sus manos acariciar mis brazos y mi espalda —
—— De maravilla. Me e acostumbrado a dormir muy cómodo contigo... — sonreí y estaba por decir algo, pero un mal sentimiento me hace retroceder— ¿Estás bien? — asentí perdida en mis pensamientos—
—— No lo sé...siento algo extraño... — sonrío y se sentó a mi lado —
—— Nam Ra. Todo está bien. Yo... me encantaría quedarme así contigo todo el día...pero hoy tengo cosas que hacer. — asentí entendiendo, besa mi cuello con cariño y se aleja observándome a los ojos — No puedo apartarme ni un segundo de ti. ¿Quieres acompañarme hoy al trabajo? — asentí sonriendo —
—— Si. Quiero ir contigo, Shi Oh. — besa mi mejilla asintiendo —
—— Muy bien. — toma su ropa, después de ponerse el pantalón se levantó y fue al baño —
Me quedo pensando en todo y decido vestirme. Siento mucha hambre, me miro en el espejo y aún me siento extraña.
Bajo las escaleras escuchando las risas de mi hombrecito, Yoon Gi. Quería apresurarme para bajar las escaleras rápido, pero me sentía muy mareada y sentía que podría caerme.
Bajo con cuidado y lo veo desayunando con una sonrisa de oreja a oreja
—— Buenos días, tía. — me saluda emocionado —
—— Buenos días, mi amor... — me sostengo de la mesa y me siento delante de él —
—— ¿Estás bien, tía?
—— No lo sé, siento que voy a enfermarme...voy a estar bien...
—— Bueno...
—— ¿Y la señora Kang? — pregunté y el la señaló mirando la TV —
—— Me estaba riendo de lo que ella estaba mirando. — giro y veo que ella esta mirando un drama de comedia —
—— Buenos días, señora... — me mira con una sonrisa falsa y asentí —
—— Que gracioso. Pero pequeño, recuerda que llegaremos tarde a la escuela.
