Por lo general no era de tomar decisiones impulsivas, por lo general solía ser un hombre enfocado y centrado.
Por lo general no cometía estupideces.
Por lo general, dijo.
Pero hay un pequeño margen que rodea ese "por lo general" y la realidad, y ahora sabe cuan peligroso podía ser ese "por lo general". Porque la posibilidad de que algún día ya no fuera así siempre estaba.
Sucedió.
Era un secreto a voces, más voces que llevaban y traían ese secreto que de a poco dejaba de serlo.
Y eso lo estaba llevando al límite. Los estaba llevando.
Era cuestión de tiempo antes de que todo explotará y...
—Maldición, ¿Puedes dejar de gritar? Me estás estresando.
Bueno, no era cuestión de nada.
Había explotado.
Los preciosos ojos celestes temblaron por un momento, sorprendidos por el arrebato.
Una vez que terminó de asimilar lo sucedido, aclaró su garganta y preguntó, con la voz afectada:
—¿Disculpa?
El otro suspiro, tomándose el puente de la nariz mientras apretaba los ojos.
Tenía un dolor de cabeza terrible. Necesitaba una pastilla.
O unos tragos.
Lo que fuera.
Solo necesitaba que él dejara de gritar.
—Si, que dejes de gritar —repitió más calmado, pero no menos mordaz. —. Me estás matando la cabeza, Max, necesito que te calles.
El rubio frunció las cejas.
¿Le estaba hablando a él?
Estúpidamente, miro a su alrededor solo para confirmar que aún estaban ellos dos solos.
Si, le estaba hablando a él.
Pero... ¿Por qué? ¿Por qué le hablaba así?
Él nunca era así. Nunca le hablaba así. No importa cuanto gritara o cuanto se quejara, él siempre escuchaba y esperaba y luego decía las palabras correctas que necesitaba escuchar para solucionar todo.
Siempre entendía.
Pero está vez no parecía ser así.
Está vez no parecía ser él.
¿Que estaba pasando?
—E-es que estoy preocupado, y tú parece que no me estás escuchando —murmuro ya más tranquilo, también ligeramente preocupado.
Una exhalación cansada, luego silencio y luego hablo:
—Si te estoy escuchando. Medio paddock te está escuchando de hecho, ¿Por qué tienes que ser así? ¿Por qué tienes que gritar? Maldición, necesitas relajarte. No puedes estar gritando todo el tiempo.
Bien, esa no era la reacción que esperaba.
Se asustó, así que actúo como siempre que se asustaba; se alteró.
—¿Quieres que me relaje? ¿De verdad? —preguntó incrédulo —. ¡Te estoy diciendo que nos tomaron fotos juntos, que nos descubrieron, carajo, ¿Por qué no lo entiendes?!
—¡Que dejes de gritar, carajo!
—¡No voy a dejar de gritar hasta que me des una jodida solución!
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Apaga el cel (Lando x Checo)
FanfictionShorty, ya no me marques por aquí, porque lo tengo junto a mi, y ya me ví, si se entera se hace un desmadre...