Capítulo 2

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El pequeño mobiano, se acercó a buscar su flecha, no le costó mucho encontrarla, ya que, para su suerte, había caído en una raíz que estaba sobresalida de la tierra, al recogerla sonrío, ya que con esto podría seguir practicando y no tendría que pasar por las molestias de tener que hacer una nueva. Algo llamo la atención del pequeño, le pareció sentir que algo se movía a su alrededor, por lo que se quedó completamente quieto, esperando sentir algún otro movimiento.

- ¿Encontrar? -escucho que lo llamaba uno de sus hermanos mayores por lo que decidió dejar pasar lo que había sentido para ir con su grupo-

Mientras para el pequeño no fueron más que unos 2 o 3 minutos, para nuestras eriza, se sintieron horas, ya que había logrado escaparse, pero solo logro darle la vuelta al gran árbol, que, para su suerte, era lo suficientemente grande como para taparla.

- Necesito salir de aquí ahora mismo -pensó mirando a su alrededor- Una distracción, no pueden verme o me matarán, hay Chaos, ¿qué puedo usar a mi favor?

Los nativos eran ignorantes de la presencia de la eriza, ellos estaban hay para cazar, y si encontraban a la eriza, no dudarían en usarla como blanco de sus flechas. Una vez que el más pequeño llego con el grupo, el mayor de todos, agarro una piedra y la lanzo hacía un matorral, de donde salieron varias aves pequeñas, era obvio que el ejercicio se repetiría, pero antes que todos dispararán, algo llamo la atención del mayor, a lo lejos logro divisar una figura extraña, por lo que le hizo una seña a sus compañeros, que todos entendieron, se agacharon y dirigiendo su mirada a donde apuntaba el mayor.

- ¿Qué ser? -preguntó en voz baja el menor-

- Comida -le contestó uno de los mayores sonriendo, mientras miraba a lo lejos el ciervo que se alimentaba de algunos brotes de la zona- Mirar y aprender -miro al menor, el cual asintió en silencio-

Todo el grupo comenzó a preparar sus flechas, al tiempo que se acercaban lentamente al ciervo, debían ser rápidos y precisos, debido a que, el tiempo estaba en su contra, estaban aprovechando los últimos rayos de sol antes de que quedarán completamente a oscuras. El mayor hizo señas para guiar esta casería, uno de los nativos subiría a un árbol para tener una mejor visión del panorama, o al menos dentro de lo que se podía, mientras otros 2 se irían en direcciones opuestas, de forma que, rodearán al ciervo, mientras que el mayor iría con el menor en línea recta que este último aprendiera de la experiencia.

La eriza noto como los Mobianos nativos se alejaban poco a poco de la zona, y no perdió oportunidad en querer escapar, era consciente que no debía emitir ruido alguno, así que se dirigió en dirección opuesta a donde estaba el ciervo.

- Si me ven, tendrán que elegir entre mí y su comida, espero que su hambre sea mayor que sus ganas de asesinarme -pensó la rosada-

No miro atrás, no tuvo la valentía de hacerlo, no quería saber si la habían descubierto, si la ignoraban o si la estaban cazando, aprovechando que ya casi era completamente de noche, logro perderse entre los árboles y arbustos. Cuando sintió que estaba lo suficientemente lejos comenzó a correr a toda velocidad.

Una vez que sintió que estaba lo suficientemente lejos, se detuvo a tomar un poco de aire, hasta que sintió que algo vibraba en su cabello, con curiosidad metió su mano entre sus púas de donde saco un mini intercomunicador que decía "poca batería, conectar el cargador"

- ¡Bendito sea Chaos! -beso el intercomunicador y lo abrazo con fuerza- nunca pensé que seguir las ideas de Sonic me ayudarían ahora -murmuro recordando el momento donde le recomendó guardarlo entre las púas, y aunque ella se negó al inicio, termino cediendo-

De manera apresurada busco su ubicación, y el camino que debía seguir para salir del bosque, solo estaba a 30 minutos de la salida, le faltaba poco para poder llegar a casa salir de aquel horrible lugar. El problema ahora era que la noche ya había caído sobre ella, por lo que debía guiarse en la oscuridad, tenía dos opciones, tratar de llegar a casa y no perder más tiempo o, por otro lado, pasar la noche en el bosque, esperar a que amanezca y de forma segura llegar a casa.

Amy Rose: La Tormenta Pasará [Versión 2024]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora