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𝙰𝚛𝚝𝚞𝚛𝚘

Apenas iba a acostarme cuando mi alarma sonó, la destroce con las garras al intentar apagarla, si pasaba esto en la escuela me mataban, literalmente.

- Solo vive tu vida tranquilo, no te enojes con nada sin importancia - dijo mi hermano con su gran taza de café en la mano

- Así vivo mi vida -

- Te desesperas con facilidad y mandas al carajo todo cada que puedes - razón no le faltaba

- Me la llevaré tranquilo -

- Entonces toma tu almuerzo y vámonos que tengo que llegar temprano al trabajo -

Tome mi bolsa de papel que Lain me dejó en la mañana junto con una manzana para comer en el camino. Por desgracia vivíamos a unas horas de la ciudad, aún el cielo estaba obscuro cuando salimos de la casa.

La carretera está completamente sola, solo se puede ver a las ardillas correr a los árboles.

- ¿A qué hora sales de trabajar? - preguntó mi hermano buscando una estación de radio

- A las 12 - conteste

- ¿No podrás encontrar un mejor trabajo? -

- Pagan bien -

- Llegamos de madrugada a la casa, sabes que la carretera no es la más segura -

- Te dije que hay un departamento en renta -

- No nos vamos a arriesgar a que te transformes y destroce todo -

- Puedes ir conmigo -

- Soy feliz en el campo -

- Yo no -

- ¿En dónde eres feliz? -

Tal vez en mi cuarto, o en la cafetería en la mesa más alejada de la gente o detrás de la tienda de Jess, justo tras esas cajas enormes que no me dejan a la vista de nadie.

- En cualquier lado -

- Por supuesto - no me creyó - como sea, antes de que te vayas a tu trabajo deja tu mochila en el carro

- Ya lo sé -

Mi hermano iba a agregar algo más, pero se calló cuando sonó en la radio la canción de Girlfriend, era mi gusto culposo.

- Quítala - pedí, esperaba que no me hiciera caso como es su costumbre

- ¿Por qué?, A ti te gusta -

- No me gusta -

- Pues te aguantas, yo manejo así que escucho la música que quiera -

- Como digas - sonreí con satisfacción, a veces que me llevé la contraria mi hermano me beneficia

El camino fue divertido, a mi hermano le gusta cantar, a mí también, pero es vergonzoso, sus cambios de música eran peculiares, podía ser una música alegre y movida y después una música que cualquier borracho dolido podría estar escuchando en una cantina.

Baje el volumen de la música al llegar a la escuela, sonaba de nuevo la primera canción.

- Nos vemos al rato -

Baje del carro y al poner un pie en el pavimento mi hermano subió el volumen a todo lo que daba, todos estabas escuchando esa canción en el auto.

- ¡Lain! - mi hermano me miraba con una sonrisa burlona

- Buena música Bearmard - comento Nicolás que pasaba al lado mío junto con sus amigos, no sonaba en forma de burla, pero yo lo tomare de esa manera por las risas de sus amigos tras de él

En Lo Profundo Del Bosque Donde viven las historias. Descúbrelo ahora