3 - Un Amanecer en la Neblina

3 0 0
                                    

Volvimos a entrar a la cueva pero está vez se podía sentir la tranquilidad del lugar, nuestros pasos y el eco de las gotas de agua en la oscuridad. El silencio total era la señal de que estábamos seguros y hasta que llegamos a una zona llena de antorchas, la luz naranja del fuego que nos mostraba unos cuerpos de animales tirados en el suelo, se podía ver cómo Shiro luchaba por mirar y seguir adelante, los duendes se estaban alimentando de la fauna del alrededor a mi parecer. Cuando llegamos a otro cuarto los vimos a todos ellos, 5 enanos, 2 mujeres y 3 hombres, Shiro dió un pequeño sonido de asombro y cubrió su rostro dejando caer el hacha.

- Shiro...

Dije colocando mi mano encima de su hombro y ella no dudo en darse media vuelta, me abrazo con fuerza y apretó fuertemente con sus brazos. La fuerza se le estaba llendo y comenzó a sollozar con dolor profundo.

Shiro - E-Esto no debía pasar, E-ellos deberían seguir conmigo.

No supe que responder y solo deje que me abrazara mientras lloraba, mire el cuerpo de sus amigos y se veía como habían estado con vida. Los torturaba mientras aún latía el corazón y hasta que cortaron sus gargantas los dejaron descansar, golpes, arañazos, cortadas y unas cuantas amputaciones en sus manos. Los trataron peor que a los animales.

- Hay que darles un entierro digno a tus compañeros.

Dije separándome de ella para quitar las cadenas de sus compañeros, en tobillos y muñecas fueron liberados. Para ella debería ser bastante duro y cruel pasar por esto, a mí se me hace espantoso, pero ya no hay nada que hacer. Después de sacarlos de las cuevas fuimos al bosque y debajo de un gran árbol los enterramos, ella les dedicó unas últimas palabras antes de regresar al pueblo. Durante todo el camino estuvo callada, trate de hablarle pero no recibía respuesta.

- Oye... Estás bien?

Pregunté de manera idiota ya que obviamente no estaba bien, pero no sabía que decir, era difícil para mí poder entender lo que ella estaba pasando, si a mí me lastimaron. Pero el dolor de perder personas es más intenso y es poco a comparación, hasta que recibí una respuesta.

Shiro - Perdón...

- Por que? No me has hecho nada, por el momento.

Shiro - Te estuve mandando a la boca de la bestia, pudiste terminar como ellos.

Ella se escuchaba arrepentida de lo que había hecho, pero seguía sin entender lo que decía.

- Estás diciendo tonterías, tu me acompañaste. No entiendo por qué pero lo hiciste, por ti no acabe como tus amigos.

Ella simplemente no me dirigía la mirada, pero se detuvo un momento y fue rápidamente hacia mi abrazando mi torso, pegó su cabeza a mi abdomen con fuerza. El llanto era tan fuerte que se escuchaba en el eco del bosque, solo se me ocurrió abrazarla con fuerza, no sabía que decir simplemente podía estar ahí acompañándola. Cuando por fin se calmó se separó un poco y limpio sus lágrimas.

Shiro - Discúlpame, no tenías por qué aguantar a una llorona.

- No te preocupes, llorar es lo único que puedes hacer ahora, descargar tus frustración y no quedarte con eso encima.

Una vez termino de limpiar sus lágrimas regresamos al pueblo donde nos estaban esperando, ella aún me miraba en ocasiones como si me fuera a perder.

Shiro - No vayas a hacer locuras y te aseguro que nuestro viaje será tranquilo.

- No prometo nada, pero lo intentaré...

Ella solo me vio y frunció el ceño como si me estuviera regañando en silencio, solo me encogí de hombros y dije.

PortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora