Loveletting

Bienvenidos/as sean a la lectura de este one-shot de mi amada OTP Granolah x Mai. Sepan que esta historia nació gracias a la inspiración que me proporcionó la canción <<Loveletting>> de Ville Valo, exvocalista de HIM. La canción habla de una pareja que está separada, por ello menciona que sus corazones no están sincronizados. Quise utilizar esto a mi favor, y escribir lo contrario: que Granolah y Mai han estado conectados desde siempre. Además, la canción habla de dolor, algo muy presente en esta fic. Este relato está ambientado unos veintitantos años después de los hechos ocurridos en el arco de Trunks y Goten como héroes (DBS), por lo que Trunks y Mai son ya personas maduras. Sepan asimismo que este escrito NO pretende <<ensuciar>> la imagen del TruMai. A dicha ship siempre le tendré mucho respeto. Sencillamente me basé un poco en la relación actual de Trunks y Mai... que no termina de convencerme. Igualmente, les menciono que esta fic evoca a Escandinavia. Escandinavia no existe en el mundo de Dragon Ball, sin embargo, le hago por ahí una leve cita con el fin de darle un toque más oscuro y conmovedor a la narración, y también porque Ville Valo es finlandés. Espero que les guste mucho este trabajito.

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Two heartbeats out of sync with each other and crying... —Ville Valo.

—N-no... no puedo seguir —afirmó Mai apretando los dientes en medio de un llanto desgarrador. Ella... simplemente... no podía continuar. Ya no más...

¡¿Por qué él se aferraba?! 

En ocasiones sentía que lo de Trunks no era amor, sino, obsesión... El Futuro no determinaba su presente; jamás lo hizo...

Ahora tenían... cincuenta años. Cincuenta años de edad cada uno... y treinta años perdidos.

¿La obligó a casarse con él?... La verdad era... que no...  y al mismo tiempo sí. Tantos ruegos, tantas lágrimas, tantas escenas bochornosas... la llevaron a aceptarlo.

Al final pensó... <<Tal vez no sea tan malo como yo pienso. Mi "yo del futuro" se quedó con él. Significa que... yo debo hacer lo mismo>>. Nunca estuvo segura.

Él era feliz... se regocijaba... y ella se sentía... opacada, como un ave enjaulada; atada. ¿Cuándo Trunks la desataría? ¡¿Cuándo?!

Y la relación, tras el matrimonio, llegó a los extremos. Él ya no la dejó trabajar siquiera; le decía que se sentía solo, que por favor lo cuidara, e incluso le lloraba... como antes, como cuando era un joven.

¿Se podría ir alguna vez? 

Le pidió un hijo, y ella, imaginándose todavía más esclavizada, no se lo dio; en su lugar intentó escapar... pidiéndole el divorcio. Entonces arribó otro extremo: la golpeó.

La cachetada resonó en la estancia, en una de las enormes salas de la Corporación Cápsula. Hasta Vegeta y Bulma tuvieron que intervenir; entonces ambos tenían treinta años.

—¡¿Cómo es que le pegas a tu esposa?!... —le reclamó Vegeta a su vástago, indignado.

—¡¿Es que no lo entiendes?!... ¡Me quiere dejar!... Me siento tan desesperado... —manifestó el joven para a continuación llevarse los mechones de enfrente hacia atrás—. ¿Qué hago para que me quiera?... Siento que nunca me ha querido...